Según informó el Centro de Economía Política (CEPA), enero acumuló
6.639 nuevos despidos y suspensiones. La cantidad de personas que quedaron sin empleo en el, además, duplicó a la de diciembre y la de enero de 2017. Esta nueva ola de cesantías se enmarca en la decisión del Gobierno de impulsar un fuerte ajuste en la administración pública nacional.
El 58 por ciento de los despedidos fueron trabajadores del sector público. Este ajuste había sido anunciado en los últimos meses del año por el Ministerio de Modernización, que preparó el terreno para los despidos estableciendo un plan de “dotaciones óptimas” de ministerios y organismos del Estado.
El detalle de sector por sector revela que los despidos en los entes descentralizados: el INTI (260 despedidos), Coros y Orquestas del Bicentenario (240), Radio Nacional (233), la Televisión Pública (170), el Hospital Posadas (150), el Senasa (138), el Ballet Nacional de Danza Clásica (50), la Superintendencia de Seguros de la Nación (16). Hubo también despidos en los ministerios de Agricultura, Producción y Trabajo.
Los intendentes macristas que recortaron sus plantas municipales fueron Ramiro Tagliaferro, en Morón –donde más de 500 trabajadores fueron desvinculados–, Diego Valenzuela, en Tres de Febrero –con 400–, y Martiniano Molina, en Quilmes –otros 400–. Hubo además bajas en las ciudades de La Plata y Lanús. Sumadas, las municipalidades originaron 1700 despidos.
Enero fue también el mes en que el macrismo desarmó los medios de comunicación públicos, con 425 despedidos entre la TV Pública, Radio Nacional y el Canal de la Ciudad. Además, en empresas de capital estatal como YPF, los Yacimientos Carboníferos de Río Turbio y la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) se produjeron 695 casos.
El informe analiza, por otra parte, lo sucedido en el sector privado, donde la expulsión de trabajadores sigue centrada en la industria. De los 2761 despidos en empresas, el 82 por ciento (2.253 casos) correspondió al sector industrial. Más especificamente, el rubro alimentos y bebidas encabezó los despidos, con cerca de mil cesantías. También fueron afectadas las fábricas de autopartes (350 bajas) y la actividad textil, con 300 suspensiones.