A pesar de que el Gobierno insiste una y otra vez en que no puso techo a las paritarias, cada negociación que hay deja alguna prueba de que sí impulsa un techo, y uno muy bajo. En este caso, ese bajo techo significó
el primer fracaso en la historia de la reunión del Consejo del Salario, que buscaba actualizar el sueldo mínimo, vital y móvil: el empresariado fue con la línea del Ejecutivo de Mauricio Macri y ofreció un flaco 20% a pagarse recién a mitad de 2018, muy lejos de los $14.090 que exigen los gremios para alcanzar el piso oficial para que una familia no sea pobre, por lo cual
el ministro de Trabajo, Jorge Triaca impuso una suba de 24% a pagarse en julio de 2018.
Con esta decisión, la cartera de Triaca informó a través de un comunicado un arbitraje PRO infimamente superior a lo que querían los empresarios:
"Ante la ausencia de un acuerdo, el Ministerio de Trabajo , Empleo y Seguridad Social resolvió elevar a través de un laudo la pauta del mínimo salarial que debe percibir un trabajador soltero en la Argentina por la jornada laboral acordada a $10000, lo que equivale a un aumento del 24%. Los montos serán actualizados en 3 tramos, $8860 a partir de julio, $9500 en enero y $10000 en julio" del año próximo.
De esta manera,
quien arbitró la situación fue alguien que también es patronal, ya que el Gobierno también pagará el aumento en el caso de AUH y docentes. ¿Cómo lo hizo?
A través de un polémico "laudo", una figura que se usó en 1975 y 2004, sólo que el contexto elegido por Triaca se parece al del Rodrigazo de 1975.
Mientras que en 2004 se hizo luego de 12 años sin paritarias y en el marco del regreso de las negociaciones entre trabajadores, empleadores y Estado con la reactivación del Consejo del Salario (suspendido por Carlos Menem), es decir en un contexto sumamente difícil;
cuando Carlos Ruckauf, entonces ministro del Interior de Isabel Martínez de Perón, usó el laudo en 1975 lo hizo de forma arbitraria para pasar de un plumazo miles de obreros mecánicos (SMATA) al gremio metalúrgico (UOM) sin justificación alguna, tal como Triaca para imponer el salario mínimo.
Las delegaciones sindicales de la CGT y de ambas CTA había rechazado la oferta de aumento del salario mínimo del 20,5 %, que hubiera elevado los actuales $8.060 a $8.800 el mes próximo, a $9.200 en enero y a $9.800 en julio de 2018.
Los gremios y las organizaciones sociales reclamaban que el salario mínimo, vital y móvil fuera de $14.090, es decir una suba del 86%, lo que consideran en línea con el propio INDEC que es el piso para que una pareja con dos hijos no sea pobre, es decir pueda acceder a la canasta básica familiar.
A la salida de la reunión, el titular de Suteba, Roberto Baradel, había asegurado que rechazaban "la propuesta de 9800 a julio del año que totaliza, un 20% a julio del año que viene".
El dirigente de la CTA Pablo Micheli también había considerado que era
"la primera vez en la historia que no hay acuerdo en el Consejo del Salario", y considerado que
"la propuesta de los empresarios es muy pobre".
"Es surrealista llevar el salario mínimo a $10.000. Pedimos un mínimo de $14.600", había dicho Micheli, que no descartaba que junto a la otra CTA y a la CGT llamen a una movilización para reclamar por una suba superior.
El gremialista había sostenido, sin embargo, que podrían estar "dispuestos a una cifra menor pero con una cláusula gatillo de revisión frente a la inflación".
Vale agregarse también que el aumento es desde julio cuando el último mínimo venció en junio. Es decir, se trata de un acuerdo por trece meses y no un año, como suele hacerse.
Ahora
resta saber si las centrales obreras apelarán o no el laudo del Gobierno de Macri. Según información que el periodista Mariano Martín difundió a través de Twitter, "en Trabajo aseguran que CGT y CTA prometieron no apelar el laudo (equiparable a sentencia de primera instancia) por el salario mínimo".
Del encuentro, denominado formalmente "Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil", participaron, además de funcionarios, 16 representantes por la CGT y un número igual por las empresas. Entre otros, se encuentran el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi; el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli; su par de la UOCRA, Gerardo Martínez; y los integrantes del triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid, y Carlos Acuña, entre otros representantes del sector empleador y gremial.
