Se trata del estratega político favorito de
Mauricio Macri, que permanece como una figura poco visible pero muy escuchada al interior del PRO, a quién
nadie sabe con certeza de dónde, cómo o cuánto dinero le paga su jefe. Es
Jaime Durán Barba, que a través de definiciones de su última publicación confesó que desde la llegada de Cambiemos a Casa Rosada el gobierno nacional
"tomó medidas de ajuste económico".
Según el portal Infobae, en "La política en el siglo XXI. Arte, mito o ciencia", su nuevo libro, el consultor estrella del PRO reconoció que
"Mauricio Macri tomó medidas de ajuste económico", pero destacó que de igual modo
"la aceptación a su gobierno cayó de 60% a 55%".
"Estos eran porcentajes inéditos en la historia del continente: por primera vez un presidente conservaba después del ajuste un porcentaje de aceptación mayor al que obtuvo en las elecciones", reiteró el asesor ecuatoriano respecto de las medidas económicas de Macri que generaron un desplome de todos los indicadores económicos argentinos.
En esa línea, para Durán Barba "algunos analistas dijeron que el gobierno sufría una grave crisis de imagen, lo que era falaz: era cierto que había caído unos puntos, pero también que tenía cifras sorprendentemente positivas".
De forma insólita, el consultor reconoció nuevamente las medidas negativas decididas por Macri pero explicó que fueron aceptadas tan solo por una estrategia comunicacional:
"El tipo de liderazgo de Macri y la forma de su comunicación horizontal hicieron que la mayoría de los argentinos se mostrara comprensiva con las medidas tomadas. Las mismas medidas encaradas con una actitud autoritaria habrían provocado graves desórdenes sociales. La gente hoy entiende las explicaciones cuando se comunican con el nuevo lenguaje que está más allá de la exposición técnica y racional. La gente no cree en viejos mitos, sabe que el presidente es un ser humano y que cuando finge ser infalible, miente".
"Algunos analistas apelan al mito anacrónico de la investidura para argumentar que el presidente no debe reconocer sus equivocaciones y menos aún decir que va a corregirlas. Dicen que la gente quiere a un presidente infalible que conduzca a ciudadanos que mantienen la mentalidad de esclavos que solo quieren obedecer. Reiterados estudios realizados durante el primera año de gobierno de Mauricio Macri en la Argentina dejaron en claro que a la mayoría de los ciudadanos les agradaba un presidente capaz de rectificar... No hay ningún otro gobierno que se haya visto obligado a tomar medidas de ajuste económico y haya mantenido su popularidad", completó.
En otro fragmento y en el marco de una teoría sobre las razones del triunfo de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires en las elecciones de 2015,
Durán Barba lanzó una sorpresiva defensa del exjefe de Gabinete Aníbal Fernández.
Según explicó el asesor PRO, en esos comicios "casi nadie apostaba un centavo a que Vidal ganaría la gobernación", pero cuando triunfó, "el mismo coro que negaba toda posibilidad dijo que era evidente que ganaría".
Y completó:
"Convirtieron en espantapájaros a Aníbal Fernández, sin acordarse de que fue uno de los funcionarios más inteligentes del kirchnerismo, que le ganó las primarias a un buen candidato que incluso tuvo el apoyo abierto del Papa. En la política hay una ley: cuando una persona pierde una lección, se convierte en alguien que nunca pudo haber ganado, incluso para sus apologistas".
Pero no se trata de la única definición curiosa sobre funcionarios del kirchnerismo que se incluye en la publicación de Durán Barba. Es que el consultor sugirió que el
"gran comunicador que convenció a la mayoría de los argentinos" de respaldar la Presidencia de Macri después de las elecciones fue José López, el exfuncionario del Ministerio de Planificación que está preso tras arrojar bolsos con millones de dólares en un convento.
"Quien resultó un gran comunicador que convenció a la mayoría de los argentinos en un solo acto de que algunos funcionarios de la administración kirchnerista habían sido corruptos fue un ex empleado de ese régimen, José López", evaluó Durán Barba.
Y agregó: "No escribió ningún discurso, pero apareció a las tres de la madrugada en un convento situado en una zona peligrosa del Gran Buenos Aires, llevando varios bolsos con nueve millones de dólares en billetes, unos miles de euros, monedas de otros países y también relojes de marca.
La historia era rocambolesca y eso ayudó a que mucha gente hablara sobre ella. Ningún discurso de Macri pudo ser más eficiente para comunicar la corrupción del gobierno kirchnerista que la escena que armó José López".
