Una reciente denuncia periodística apuntó directo contra los titulares de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, por la presunta realización se escuchas ilegales hacia personajes públicos por parte de ese organismo.
Ante la acusación, los jefes de los espías optaron por el recurso de la autodenuncia para intentar despegarse: ellos mismos se convirtieron en denunciantes del presunto espionaje y le pidieron a la Justicia que investigue.
Arribas y Majdalani presentaron ante la Justicia federal una denuncia por presunto espionaje ilegal por agentes no identificados a personajes como el empresario Matías Garfunkel, el futbolista Lionel Messi y el legislador porteño Gustavo Vera.
El hecho había sido advertido días antes por una nota periodística de Carlos Pagni en el diario La Nación y replicada por algunos de los supuestos perjudicados, como Vera.
Acusados de usar su rol al frente de la Agencia "para fines de extorsiones personales", los jefes de los espías intentaron despegarse mediante su denuncia, que recayó en el juzgado federal a cargo de Sergio Torres. El magistrado tendrá que reunir pruebas y citar a denunciantes y espiados, para determinar si avanza o no la causa.
En el escrito presentado ayer, los responsables del organismo de inteligencia deslindaron "toda responsabilidad respecto de los hechos mencionados" y reclamaron "poner en claro la existencia o inexistencia de este tipo de prácticas ilegales tan sensibles a nuestra democracia y en su caso identificar sus responsables, que implicarían la comisión de conductas expresamente prohibidas por la Ley 25.520".
Concretamente le pidieron al juez que "cite a prestar declaración al denunciante periodístico" para que "aporte a V.S. la documental que sostiene avalan sus afirmaciones, así como los nombres y datos de las personas que individualiza como probables testigos y que permitan su citación".
Pagni, en su nota periodística, señalaba casos de investigaciones supuestamente llevadas adelante por agentes de la AFI a los que identificó con las letras iniciales de sus nombres. Escribió que el agente "G" "tiene en la mira a Lionel Messi" por una sociedad de los Panamá Papers, que el agente "I" "puso la lupa sobre el empresario Matías Garfunkel" y que los agentes "A" y "D" "persiguen" al legislador porteño Gustavo Vera, de buena relación con el Papa Francisco, entre otros casos de supuesto espionaje ilegal.