Los datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) no dejaron lugar a dudas. Un millón y medio de nuevos pobres y 600 mil nuevos indigentes como saldo de las políticas económicas implementadas a lo largo del año pasado.
Desde el Gobierno no tardaron en salir a hacer declaraciones que apuntan tanto a la ‘pesada herencia’ como a las promesas de futuros logros con la meta –ya admitida como inalcanzable- de ‘pobreza cero’. Sin embargo, la preocupación se hizo sentir puertas adentro.
Aunque desde Jefatura de Gabinete los comentarios apuntaron a que la pobreza sigue alta pero no está en aumento, según consignó Clarín el presidente Mauricio Macri evalúa un reordenamiento general del Gabinete nacional. Entre otras cosas,
está bajo análisis eliminar un conjunto de ministerios que nadie sabe para qué creó el jefe de Estado. Los cambios apuntarían a dar un gesto de austeridad. El impacto de los datos del informe UCA se sumó a la
preocupación de los últimos resultados de diversas encuestras.
Sin embargo, las declaraciones de distintos representantes de la primera línea de Cambiemos apuntaron en otro sentido. No sólo por las
polémicas palabras del presidente del bloque del PRO en Diputados, Nicolás Massot, quien dijo que es “una trampa” analizar la suba de pobreza en 2016 y pidió no estar “discutiendo si es 32 o 33%".
Otras voces, como la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y la canciller, Susana Malcorra, optaron por sostener los mensajes optimistas pese a la contundencia de los números.
Malcorra afirmó hoy que la pobreza en el país, que afecta al 32,9% de la población según el informe de la UCA, es consecuencia de políticas que se enfocaron exclusivamente "en el corto plazo", pero aseguró que los inversores siguen viendo al país "como una oportunidad".
El nivel de pobreza obedece a que "la Argentina no invirtió a largo plazo, no pensó en una plataforma productiva, no pensó en mejorar su infraestructura para ser competitiva, se orientó de puertas adentro con una visión de consumo que no es sustentable a lo largo del tiempo", expresó la titular del Palacio San Martín.
"Sabemos que la pobreza de hoy es el producto de decisiones que se tomaron respecto de manejar el corto plazo en lugar de invertir en el largo plazo. Nosotros pensamos en el largo plazo y en hacer de la Argentina un país con oportunidades", sostuvo en declaraciones a radio Metro, sin hacer alusión a la responsabilidad del Gobierno actual en los números que se conocieron ayer.
Por su parte
la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, también puso énfasis en las promesas y desligó a la gestión Cambiemos de sus responsabilidades. Opinó que el porcentaje de 32,9 por ciento de pobres y 6,9 por ciento de indigentes que relevó la UCA "es un número que duele", pero afirmó, en una entrevista publicada por La Nación, que el Gobierno va a "revertir esta realidad".
Stanley aseguró que "hoy la inflación está a la baja y llegan las inversiones", por lo que si se miran todos esos datos juntos, se da cuenta de que
"empezamos a transitar el camino para dejar atrás de forma definitiva la pobreza".
En tanto, el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, aseguró que el Gobierno entiende "el sufrimiento de la gente", pero resaltó que la "vocación" de la Casa Rosada "es la generación del empleo" y en eso, dijo, se está "trabajando".
"Este ha sido un año duro en particular", reconoció Cabrera en referencia a 2016, pero al manifestarse confiado en que la situación "va a cambiar" por las políticas públicas que se están adoptando, enfatizó que "en términos globales hay crecimiento de la economía y toma de empleo".
