La Unión Obrera Metalúrgica movilizó todas sus seccionales de la provincia de Buenos Aires al Ministerio de Trabajo, para respaldar a los despedidos de Banghó. Tras la numerosa protesta frente al ministerio de Trabajo, lograron llegar a un acuerdo que contempla el cobro de una parte del sueldo durante los próximos dos meses.
El gremio forzó un arreglo con la empresa por la continuidad laboral de los 183 trabajadores que habían sido echados y pasaron a estar suspendidos, cobrando el 70 por ciento de sus salarios.
“Esta protesta es para demostrar que no vamos a soportar más apertura a las importaciones. Tuvimos 9 mil despidos en 2016 y ahora tenemos a 15 mil suspendidos, que no saben cuál va a ser su futuro cuando tengan que volver en marzo”, advirtió Antonio Caló, titular del sindicato metalúrgico.
Además explicó:
“Sin aranceles que protejan la industria, no podemos competir. El gobierno va a tener que entender que no estamos pidiendo nada fuera de lo normal: uno le da trabajo a los argentinos o le da trabajo a los chinos. ¿Quieren tener un ejército de desocupados en la calle?”.
La protesta fue acompañada por los secretarios generales de otros gremios, como la Asociación Bancaria y otros integrantes de la Corriente Federal. También estuvieron el diputado Héctor Recalde, titular del bloque del Frente para la Victoria-PJ, y el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada.
“Queremos que el gobierno defienda el trabajo argentino, que haya fomento y protección a la industria nacional”, apuntó Francisco “Barba” Gutiérrez, dirigente de la UOM Quilmes y secretario de Interior de la CGT. El dirigente agregó que, por esto, “el 7 de marzo vamos a movilizarnos todos los gremios de la industria, porque todos estamos atravesados por esta misma situación de amenaza de despidos y cierres por la apertura económica indiscriminada”.