23.12.2016 / En su visita al país

Dilma Rousseff: “Brasil tiene una democracia suspendida”

La ex presidenta de Brasil habló sobre su gestión y la de su ex colega Cristina Fernández. Denunció un "golpe de Estado" en su contra. Explicó las consecuencias de las políticas neoliberales y sostuvo que, entre otras cosas, generan desigualdad.


 

La ex mandataria Dilma Rousseff visitó ayer la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), donde fue distinguida con títulos doctor honoris causa y dio una conferencia con varias definiciones políticas.

"Les vendieron que con la salida de mi gobierno la economía iba a crecer y que la crisis política se iba a estabilizar", dijo Rousseff y agregó: "El ajuste fiscal no es lo que hace progresar a un país, sino el aumento de la demanda". En este sentido indicó que durante su gestión el objetivo fue  “desenvolver las industrias, defender el sistema democrático de gobierno”. “Le dimos autoestima a nuestros pueblos; nos colocamos adelante del mundo", agregó.

Por su parte en la relación a la situación actual de Brasil dijo que tiene una democracia suspendida. “A mi criterio los golpes que caracterizaron en los últimos tiempos a América latina, y más el golpe contra Fernando Lugo en Paraguay que el golpe de Honduras de 2009, revelan que el árbol no es destruido. Pero sí resulta infectado con parásitos en todas sus instituciones. Así se forma aquello que algunos estudiosos llaman “estado de excepción”. No es un “estado de excepción” dentro de la democracia. Son medidas de excepción que corroen la democracia. Que la suspenden. Brasil tiene una democracia suspendida”, explicó en diálogo exclusivo con Página 12.

En este marco considero que cuando el neoliberalismo se despliega genera desigualdad y una contradicción entre el crecimiento de la desigualdad y la expansión de los derechos democráticos por lo que de esta manera hay una suspensión democrática.

“Hay que investigar el gran motivo para que sucedan tanto la suspensión como las medidas excepcionales. Cada vez que el neoliberalismo se despliega genera desigualdad. Entiendo por neoliberalismo la financierización, la desregulación, la desreglamentación, el hecho de que los más ricos no paguen impuestos, la flexibilización de las relaciones de trabajo y la reducción del Estado nacional a un Estado mínimo. La generación de desigualdad es común a todos los países, pero el contraste es muy fuerte en las naciones latinoamericanas que expandimos la inclusión. Y es difícil gestionar esa de- sigualdad. Las medidas para imponerla son privatizar, reducir los gastos en salud y educación, quitar derechos laborales. Entonces hay una contradicción entre el crecimiento de la desigualdad y la expansión de los derechos democráticos. Esa contradicción es la que, en mi opinión, genera la reimplantación del neoliberalismo y la suspensión democrática”, sostuvo la ex presidente de Brasil.

Por otro lado a la pregunta de la incidencia de Estados Unidos en el golpe de Estado al país vecino, Dilma consideró que “la  oligarquía brasileña tiene toda la capacidad y la tradición como para hacer un golpe, conoce las prácticas antidemocráticas perfectamente”. Sin embargo añadió que “una parte del golpe fue la utilización de una investigación sobre corrupción para alcanzar a enemigos políticos seleccionados previamente y que es probable que parte de esas informaciones hayan sido compartidas por órganos de los Estados Unidos y órganos de Brasil”.

“No sé si esa información no fue compartida también aquí, en la Argentina, o en otros sitios. La oligarquía brasileña es muy competente en materia golpista y también puede haber recibido una manito. Intentarían hacer un golpe por su cuenta”, expuso y concluyó: “Quizás la oligarquía brasileña no tenía toda la información necesaria aquí dentro y obtuvo una parte afuera.