El juez federal Daniel Rafecas procesó al exjefe del Ejército, César Milani, por el delito de enriquecimiento ilícito de funcionario público y le trabó un embargo preventivo sobre sus bienes de $ 5 millones.
En la misma resolución, el magistrado también dispuso el procesamiento como partícipe necesario de la maniobra al capitán retirado Eduardo Enrique Barreiro, amigo íntimo de Milani, a quien le trabó embargo por la suma de $ 2 millones.
En la extensa resolución, que supera las 500 páginas,
la Justicia convalidó la conclusión de un peritaje oficial entregado a Rafecas en septiembre, y dio por probado que Milani no logró justificar, al menos no del todo, la compra en junio de 2010 de una casa en el barrio La Horqueta, en San Isidro, por un valor declarado en escritura pública de $ 1.500.000. El ex militar no pudo explicar el origen de al menos la mitad de esa cifra.
Precisamente para intentar justificar el origen del monto faltante, Milani habría apelado a fraguar un documento, supuestamente fechado en diciembre de 2009, por el cual Barreiro aparecía efectuándole un préstamo de u$s 200.000 (unos $ 800.000 para esa fecha), documento que en su momento presentó ante la Oficina Anticorrupción para justificar el faltante y sortear la intimación oficial.
Pero tanto los peritos contadores oficiales en su dictamen, como ahora el juez Rafecas, descartaron tal documento como evidencia, ya que por un lado, el mismo, pese al importante monto implicado, no tenía fecha cierta, ni tenía respaldo de movimiento bancario alguno, ni intervención de escribano o de testigos, y por el otro, la investigación judicial demostró que el supuesto prestamista -Barreiro- carecía de la solvencia económica mínima como para poder prestar una suma semejante.
Asimismo, para hacer cerrar la maniobra, Milani apareció vendiéndole a Barreiro un departamento de su propiedad en la calle Moldes, en noviembre de 2010, operación que también se consideró fraguada.