Según señala
Santiago O´Donnell, el
comportamiento habitual de Mauricio Macri cuando hablaba con funcionarios estadounidenses era
reclamarles un freno hacia el ex presidente Néstor Kirchner. En este sentido, los responsabiliza por el “daño que el gobierno de este le hacía al país” dado que no le ponían límites.
El pedido no se dio en una sola ocasión, sino en cinco y todas fueron rechazadas por Estados Unidos señalando que lo que ellos buscaban era mantener un buen vínculo. “Los despachos parecen revelar un componente gangsteril en la forma de pensar del actual jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Esto es, para frenar a un matón hace falta otro matón más grande que lo ponga en su lugar”, señala O`Donnell.
Por su parte,
las tres primeras veces que el líder del PRO planteó esta demanda la respuesta de los funcionarios fue callarse o cambiar de tema. Sin embargo luego de eso, en el cuarto reclamo de Macri, la embajadora
Vilma Socorro Martínez le dijo que el gobierno tenía como política mantener el buen vínculo y que ellos no tenían por qué hacer el trabajo que les corresponde a los políticos de la oposición.
En la quinta vez que se reiteró el pedido
Martínez fue más clara y
planteó que la embajada haría todo lo contrario.
Según las publicaciones de WikiLeaks y la difusión del periodista argentino, Santiago O´Donnell, la primera vez que el jefe de Gobierno porteño se distancia del, en ese momento presidente, fue el junio de 2008 cuando se reúne con el gobernador de Carolina del Sur,
Mark Sanford. Allí sostiene que “Nestor Kirchner está completamente loco”, y agrega:
“Como todas las circunstancias externas estuvieron a favor de la Argentina en los últimos años, nublaron la vista de la gente, pero ahora está claro. Simplemente, está loco”.
Además
cuando el gobernador le pregunta si tenía algún consejo para ayudarlo con reformas para el gobierno, el actual candidato a presidente por Cambiemos
le dice que “la Argentina no tenía nada que enseñarles a los Estados Unidos”. Esta fue la primera vez que se quejó por la actitud permisiva del país del norte.
En otro de los encuentros con el entonces subsecretario de Estado para América Latina, Tom Shannon, sostuvo que “el “silencio” del gobierno de los Estados Unidos sobre el abuso y los malos tratos que sufrieron a manos de los Kirchner (por ejemplo, en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, 2005) los había animado a hacer más de lo mismo”, según explica O´Donnell.
En las reuniones que mantuvo con la embajadora Martinez dijo que los Kirchner parecían haber logrado poner límites a Washington hasta el punto de que el lugar parecía no estar interesado en lo que diga la Argentina. Sin embargo la funcionaria explicó que Estados Unidos sí quería fortalecer y profundizar los vínculos con el país.
Por último en uno de los comentarios finales
Vilma Socorro Martínez dijo que el pedido de Macri de que Estados Unidos “reprocharan en público” las “transgresiones políticas” de la pareja Kirchner
era “poco realista”. Además
aseguró que era un “arrogante y maleducado”.
