Hace algunos meses, los periodistas del Grupo Clarín Jorge Lanata, Gabriel Levinas y el ingeniero Pedro Güiraldes, exhibieron una denuncia en el programa
Lanata sin filtro, de Radio Mitre, y en
Odisea Argentina, de TN, documentación según la cual el periodista de Página/12 y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) Horacio Verbitsky, habría sido el redactor oculto de discursos de los comandantes en jefe de la Fuerza Aérea Orlando Ramón Agosti y Omar Graffigna, integrantes de la primera y la segunda junta militares durante la última dictadura. La “prueba” de Levinas para sostener su acusación es que “hizo dos pericias caligráficas” que indican que el manuscrito original del discurso se corresponde con la caligrafía de Verbitsky.
De los tres testigos que presenta la denuncia, uno es el candidato a gobernador Felipe Solá, otro es Juan Güiraldes (hijo del comodoro Juan José Güiraldes, quien supuestamente alojó a Verbitsky tras el golpe de estado) y el ingeniero aeronáutico Edgardo Carranza. El "Perro" argumenta: "Es el mismo Juan Güiraldes que en abril de 2014 le dijo a Hernán López Echagüe que
“a mí no me consta que Horacio Verbitsky hubiera colaborado en la escritura de los discursos”. Solá agrega que ante la rotunda desmentida y los testimonios que la avalan, dudó de la veracidad de lo que había escuchado y recordó que Güiraldes “ya de viejito, el Cadete decía que el mejor jinete que había visto en su vida era yo, lo cual obviamente es un absurdo”. El ingeniero aeronáutico Carranza es autor de la pretendida novela Los Montoneros de su Majestad.
"Enconado contra los organismos de derechos humanos me recrimina allí “descabezar a las Fuerzas Armadas y enfrentar a la única institución que queda en pie en la Argentina: la Iglesia”, agrega Verbitsky.
Dentro de los testimonios presentados por el presidente del CELS se encuentran su exesposa y madre de uno de sus hijos Laura Yusem; su esposa de aquel momento María Wagner; Teobaldo Altamiranda, hoy de 85 años y directivo de la asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos quien en su momento transportaba a Europa las investigaciones de Rodolfo Walsh y Verbitsky y se reunía con periodistas en España para dar a conocer el drama que estaba viviendo el pueblo argentino; Lila Pastoriza, otra de las colaboradoras con Walsh en la difusión de las violaciones a los derechos humanos; Gerardo Bocco, su responsable directo; y la periodista la periodista Dora Salas.
Por otro lado, la denuncia dice que durante el exilio en México el periodista Eduardo Molina y Vedia le dijo al ex militante de las FAL Sergio Bufano que Verbitsky colaboraba con la Fuerza Aérea. Sin embargo, la esposa, el hijo y el hermano de Molina y Vedia negaron esto, además de Lila Pastoriza, quien vivía en el departamento contiguo. Además, dos dictámenes caligráficos realizados por la perita pública Diana Alicia Trotta aseguran que los manuscritos no son del puño y letra de Horacio Verbitsky.
Entre los dichos que Omar Graffigna le dijo a The Buenos Aires Herald se encuentran:
"Está en la gente saber que no pueden estar juntos el mal con el bien. Son cuestiones antagónicas. Ellos estaban en los Montoneros y yo en el gobierno de las Fuerzas Armadas", dice en alusión a Verbitsky. "Yo me reí, era una cargada. No lo conocí a Verbitsky ni tenía idea en ese momento de quién era. Yo tendría que estar de ministro acá en este momento si Verbitsky me escribió los discursos a mí.
Él no se hubiese atrevido a hacer discursos, y si los hubiese hecho, yo no los podría haber leído. Me han llamado y han venido algunos camaradas y me han cargado. "Jefe, ¿cómo es eso?" Yo me río y ellos se ríen", señala.