El ex presidente declaró como testigo en el juicio al ex secretario de Seguridad, Enrique Mathov, y a 16 efectivos de la Policía Federal por la represión en diciembre de ese año. De la Rúa responsabilizó al fallecido ministro del Interior de su gobierno, Ramón Mestre, y a la jueza federal María Servini de Cubría del control del operativo de la Policía Federal que terminó con los asesinatos de cinco manifestantes y 117 lesionados durante la jornada del jueves 20 de diciembre del 2001.
Es la primera vez que el ex mandatario declara en calidad de testigo, luego de haber estado procesado y, finalmente, ser absuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en mayo de este año.
De la Rúa declaró que los operativos no estaban a su cargo y
"todo esto estaba en la órbita del Ministerio del Interior”. Luego agregó:
"Yo le dije a Mestre que actuara y obedeciera lo que dijera la jueza Servini de Cubría". El ex presidente aseguró que
"todo esto ocurrió porque la jueza ordenó actuar a la Policía" y precisó que fue la magistrada quien ordenó desalojar la plaza.
Al ser consultado sobre los cinco manifestantes asesinados durante aquella tarde en Plaza de Mayo -Gustavo Benedetto, Alberto Márquez, Gastón Riva, Diego Lamagna y Carlos Almirón-, De la Rúa manifestó que sus muertes
“no se deben a la policía, a ningún operativo, ni al gobierno porque no hubo un plan de represión”.
Además,insistió en desligar a Mathov del operativo realizado esa tarde quien, según su declaración, "estuvo ocupado en hacer y recibir llamadas de los gobernadores de las provincias que pedían refuerzos de seguridad” y volvió a apuntar contra Servini de Cubría. El ex presidente también desvinculó al ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos de la represión de esa tarde. "No hablé con él durante aquel día y tampoco lo vi en la Casa Rosada", declaró.
Durante su testimonio, De la Rúa recordó cómo vivió la jornada de aquel jueves 20 de diciembre, que marcó el fin de su mandato.
“Fue una decisión errónea por el efecto que después tuvo como imagen", admitió.
