Poco a poco, varios de los integrantes del Frente para la Victoria van sumando su apoyo frente a una cada vez más factible candidatura de Máximo Kirchner. El más reciente en sumarse a esta ola -
si bien ya había declarado al respecto en el pasado- fue Florencio Randazzo, ministro de Interior y precandidato presidencial, que manifestó que el hijo de la Presidenta
"sería un gran candidato" y que "le encantaría" que lo acompañe en la lista. Además, hizo hincapié en las cualidades de Máximo como militante independientemente de ser hijo de Néstor y Cristina Kirchner.
Otras figuras importantes del oficialismo que también declararon expresamente su empatía con Máximo fueron Mariano Recalde, Aníbal Fernández y Daniel Scioli. El candidato a jefe de gobierno porteño afirmó verlo como
potable candidato, "ya sea en la provincia de Buenos Aires o en Santa Cruz" y habló de
las encuestas que generan "gran expectativa en la sociedad". Por su parte, el precandidato a gobernador bonaerense garantizó que "no quedan dudas de que está habilitado y que tiene la estatura para poder ser candidato". Scioli, más cauto, declaró que tiene
"afecto y respeto por Máximo", pero no se atrevió a postularlo como compañero de fórmula.
No se quedaron atrás varios de los intendentes bonaerenses del Frente para la Victoria, que también manifestaron su apoyo: entre estos se encuentran Fernando Espinoza, de La Matanza; Jorge Ferraresi, de Avellaneda; Hugo Curto, de Tres de Febrero y Daniel Di Sabatino, de San Vicente.
Todos coincidieron en calificarlo de "gran dirigente".
Espinoza, precandidato a gobernador bonaerense, confirmó que Máximo "va a tener un gran protagonismo en la etapa que viene en la Argentina". Curto fue contundente en declaraciones a Nacional Rock: "Máximo tiene que tener las características propias de un joven que nació en una casa política donde siempre se habla de política. Claro que me gusta. Lo conozco, tiene el conocimiento de la política y sabe lo que pasa en el país".