La vicepresidenta Victoria Villarruel se encuentra en pleno proceso de negociación con los gremios del Congreso para otorgar un bono adicional a los empleados del Senado. A pesar de las diferencias internas en el Congreso, como las ya conocidas disputas entre el oficialismo y la oposición, Villarruel busca llegar a un acuerdo con los sindicatos APL, ATE y UPCN, que representan a los trabajadores legislativos. En este marco, la vicepresidenta podría incluir este bono en las resoluciones antes de fin de año, con el fin de evitar tensiones adicionales en el Senado. .
El conflicto entre el Senado y la Cámara de Diputados sigue escalando, especialmente en relación con la diferencia de salarios entre los empleados de ambas cámaras. Mientras que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, ya ha oficializado un bono para sus empleados, Victoria Villarruel aún no ha implementado una medida similar en el Senado. En la Cámara baja, los empleados recibirán un bono de hasta $200.000, dependiendo de la categoría. Sin embargo, este beneficio no incluye a los trabajadores contratados, lo que ha generado malestar en algunos sectores. Las negociaciones continúan entre los gremios y la vicepresidenta, que busca evitar que las tensiones laborales se sumen a la crisis política que enfrenta el Senado.
Cabe señalar que, en paralelo, Villarruel también mantiene una disputa con los senadores nacionales sobre el descongelamiento de sus dietas, que a partir del 1 de enero de 2025 volverían a ajustarse según los aumentos salariales del personal legislativo. Si bien los senadores recibieron un incremento salarial previo, el regreso a los valores establecidos en la resolución de abril podría llevar sus ingresos a niveles alarmantes. En este contexto, un experimentado senador expresó que "esa es una decisión que se debe tomar en el recinto, no por una resolución", dejando claro que las decisiones sobre los salarios de los legisladores deben ser tomadas por los propios miembros del Senado.
El recibo de sueldo de un senador muestra claramente el alcance de estos ingresos. Con una dieta básica de casi 5 millones de pesos y gastos adicionales por desarraigo y representación, un senador nacional podría llegar a recibir un total de 7,8 millones de pesos brutos. Después de los descuentos, el ingreso neto se reduce a 5,2 millones de pesos. Sin embargo, con el descongelamiento de las dietas, se espera que estos sueldos aumenten considerablemente. Villarruel, en su rol de presidenta del Senado, tendrá la última palabra sobre si se aprueba el aumento, o si, por el contrario, se opta por una resolución administrativa antes de fin de año.