El presidente Javier Milei viajará la semana que viene a Uruguay para participar de la Cumbre de Líderes del Mercosur, que se celebrará en Montevideo. Como parte de la agenda el mandatario insistirá en "cerrar la etapa de negociación" para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
Tras la elección de Yamandú Orsi como presidente de Uruguay, y en la recta final del mandato de Luis Lacalle Pou, Javier Milei visitará Montevideo el 6 de diciembre para asumir en nombre de la Argentina la Presidencia pro tempore del Mercosur, informó el sitio TN. Fuentes diplomáticas explicaron que el objetivo de la jornada será "cerrar la etapa de negociación de aspectos técnicos del acuerdo" del bloque regional con la Unión Europea, si bien está descartado que vaya a lograrse "la firma del mismo".
AGENDA
Los organizadores del evento se mostraron optimistas con respecto al resultado de la cumbre, que será la primera de la que participa el presidente Javier Milei, cuya administración dejó en claro su descontento con la existencia del Mercosur como bloque. "Estamos analizando ventajas y desventajas del Mercosur. Nos sentaremos con los miembros para analizarlas, necesitamos abrirnos al mundo", reconoció el domingo pasado el canciller Gerardo Werthein.
Lo que es más, Argentina estaría evaluando un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que dejaría en jaque su rol y participación en el Mercosur porque el estatuto de ese organismo impide a los Estados miembros a celebrar negociaciones comerciales bilaterales con otros países sin consultarlo antes con el resto del bloque regional.
Se supone que Milei se encontrará no sólo con el saliente Luis Lacalle Pou -todavía de anfitrión- sino también con otro mandatario afín, Santiago Peña, de Paraguay. Lo mismo no puede decirse del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, que probablemente le dedique en Montevideo un saludo tan frío como el que le dio en Río de Janeiro durante la cumbre del G20.
Hay que destacar que el Presidente Milei está en desacuerdo con el rumbo actual del Mercosur. No sólo eso, sino que también tiene reservas respecto del Tratado de Libre Comercio entre el bloque y la Unión Europea, según le expresó a Emmanuel Macron en su visita a la Casa Rosada. El presidente francés es el principal opositor europeo de ese Acuerdo. Enfrenta críticas constantes de los agricultores franceses, para quienes el pacto con los países sudamericanos implica “desventajas” y pérdida de competitividad.
TRATADO MERCOSUR - UE: AFINES Y DETRACTORES
El tratado entre el Mercosur y la Unión Europea tiene dos grandes partes. El apartado comercial es el que se busca suscribir por estas horas, porque la Comisión Europea tiene atribuciones para avanzar en ese sentido sin necesidad de la aprobación de los 27 parlamentos miembros de esa sociedad internacional. La segunda parte, con el marco institucional y de derechos humanos, requerirá la ratificación de todos los parlamentos.
En Europa, España, Alemania e Italia son los principales defensores del Acuerdo. Sin embargo, en Roma hay versiones encontradas. Luego de que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, conversara del tema con Milei en su visita a Argentina. Si bien el canciller de Italia, Antonio Tajani, había dicho en octubre que estaban “abiertos” a las negociaciones del Acuerdo, esta semana hubo un punto de resistencia en el Palazzo Chigi. Francesco Lollobrigida, ministro de Agricultura de Italia, puso reparos y consideró que el tratado es desfavorable para los agricultores italianos y europeos.
Una de las máximas interesadas en promover el Acuerdo con Mercosur es Úrsula von der Leyen, presidenta reelecta de la Comisión Europea en Bruselas. La alemana impulsará el pacto en contra de la voluntad de Macron. En diciembre asumen las nuevas autoridades de la Comisión, que seguirá liderada por Kaja Kallas, ex primera ministra de Estonia que se desempeñará como Alta representante de Asuntos Exteriores de la UE, quien ya se pronunció en favor del Acuerdo con el Mercosur.
El acuerdo entre el Mercosur y la UE consiste en un tratado de libre comercio que busca consolidar lazos económicos, políticos y sociales entre ambas regiones: se propone facilitar el acceso a los mercados con reducción de aranceles para el intercambio de bienes y servicios, fija compromiso con estándares ambientales, laborales y de derechos humanos, alineados con el Acuerdo de París, y actualiza reglas comerciales en áreas como propiedad intelectual, normas sanitarias y fitosanitarias, y comercio digital.