No hay plata, pero sí para la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que -desde su regreso a la cartera de la mano de la gestión de Javier Milei- que se dio el gusto de comprar 10.800 pistolas semiautomáticas doble acción, calibre 9mm, por un total de $7.399.298.040 a Bersa S.A. Casi todo destinado a efectivos de la Policía Federal (3.660), seguido de personal del servicio penitenciario (3.060), Gendarmería (1.910) y Policía Aeroportuaria (1.040).
De esta manera, la ministra lleva gastados $39.128.739.961 en material para las fuerzas de seguridad federales que invierte lo invertido en, por ejemplo, reprimir jubilados. En el nuevo arsenal hay más de 10 mil pistolas, 20 mil chalecos y casi 3 millones de balas 9 milímetros.
La información surgió luego de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fuera consultado al respecto y expresara en su informe de gestión 140 enviado al Congreso la semana pasada lo solicitado. El Gobierno informó que en febrero "se recibieron 100 Dispositivos Electrónicos de Inmovilización Temporal TASER 7". En paralelo, en el informe se adjuntó un cuadro con la cantidad de armamento y equipamiento policial costeado por el Ministerio gracias al presupuesto nacional.
BULLRICH DE COMPRAS
Seguridad gestionó además la compra de 19.700 chalecos antibalas RB3, a la firma Tecan S.A., por un monto total de $14.763.019.300. También compró 810 escudos antidisturbios a Percles S.A. (por $201.654.562) y 1.025 equipos de protección personal por $338.175.000 a Cooperativa del Centro y Fundas Argentina.
A Red Impact figura que se le abonó $16.640.154 por 14 cascos balísticos, lo que implica que cada uno cuesta más de un millón de pesos. Según confiaron fuentes de la gestión de Sabina Frederic, la entonces ministra de Seguridad dejó sin efecto una licitación que beneficiaba a esa firma por los resultados de una auditoría que arrojó sospechas de direccionamiento interno para favorecerla. Es una empresa beneficiada durante el anterior paso de Bullrich por el Ministerio: según reportó un artículo de Anfibia, sólo en 2016 -primer año de la gestión Cambiemos- ganó siete licitaciones públicas y obtuvo una contratación directa. Así, adquirió también 289 camionetas por $12.140.851.514 a Igarreta S.A., un concesionario Ford, y a Toyota S.A.
Finalmente, Seguridad adquirió un total de 3.386.320 de balas a Fabricaciones Militares. Son muchas más que las 437 mil que Letra P había contado en enero que la cartera de Bullrich ya había comprado a través de un convenio de manera directa por U$S 609.720. Según el detalle aportado por Francos al Congreso, el Ministerio de Seguridad compró 2.904.500 balas calibre 9mm y el resto para escopeta (calibre 12/70) y fusil (7,62 x 51 mm).
LA CONSULTA DE LA CIDH
Luego de la represión en las afueras del Congreso cuando se debatió la ley Bases, en julio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le había advertido al Gobierno su “preocupación por el uso desproporcionado de la fuerza pública”. El organismo convocó a una audiencia para pedir explicaciones. Ante una consulta, el Gobierno respondió de forma oficial a la nota al Ministerio de Relaciones Exteriores, de la mano de Diego Goldman, responsable de la dirección y coordinación del Servicio Jurídico del Ministerio de Seguridad.
"No se trata, en el caso de la República Argentina, de grandes manifestaciones o protestas excepcionales que congregan a cientos de miles de personas en torno de un objetivo, como por ejemplo, la marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad, liderada por Martin Luther King el 28 de agosto de 1963". "Se trata de miles de cortes por año, algunos organizados por menos de cien manifestantes que interrumpen, casi a diario, el tránsito vehicular, con graves trastornos para la vida de los argentinos, cuando no altos riesgos a la salud, pues no permiten siquiera el paso de las ambulancias", replicó.