El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, llegará a Argentina a fin de septiembre para reunirse con Javier Milei en un evento que promete ser un nuevo desafío para la vicepresidenta estadounidense y actual candidata presidencial, Kamala Harris. Bukele estará en el país los días 30 de septiembre y 1 de octubre, aunque la agenda exacta de su visita aún no ha sido definida. Este encuentro se presenta como una oportunidad para Milei de consolidar una imagen de liderazgo disruptivo y desafiar las críticas que han surgido en torno a su estilo de gobierno.
Según informó La Política Online, Milei había invitado previamente a Bukele a la ceremonia de su asunción presidencial del 10 de diciembre, pero el líder salvadoreño envió a su secretario de Seguridad, Héctor Villatoro Funes, en su lugar. La relación entre Milei y Bukele se fortaleció en junio, cuando Milei asistió a la asunción de Bukele y elogió su modelo de seguridad como "exitoso", destacando la reducción de delitos violentos en El Salvador. Patricia Bullrich también se sumó a estos elogios en un viaje posterior.
De acuerdo a LPO, el respaldo de Milei a Bukele se fundamenta en dos aspectos principales. Primero, el modelo de seguridad de Bukele ha logrado reducir de manera significativa los delitos violentos, lo que ha elevado su perfil como líder en la región. Segundo, el estilo de liderazgo de Bukele, disruptivo y carismático, lo convierte en un referente en redes sociales, algo que resuena con la estrategia comunicacional de Milei. Sin embargo, el modelo económico de Bukele, que incluye una intervención estatal significativa, podría ser visto como una postura cercana al comunismo, un hecho que complica su relación con algunos sectores políticos.
A pesar de estos vínculos, la alianza con Bukele presenta riesgos para Milei. La concentración de poder de Bukele, que le permitió controlar el Parlamento y el Poder Judicial, ha sido objeto de críticas, especialmente por parte de Kamala Harris, quien en mayo de 2021 rechazó la intención de Bukele de remover la Corte Suprema. Esta acumulación de poder podría generar tensiones adicionales en caso de un triunfo Demócrata en las elecciones estadounidenses.
Además, una posible victoria de Donald Trump tampoco garantiza una relación sólida con Bukele, debido a las diferencias en política migratoria y el vínculo de El Salvador con China.
