El senador puntano Bartolomé Abdala fue denunciado ante la Justicia por el supuesto delito de "malversación de caudales públicos" tras revelar que 13 de los 20 asesores que tiene a su disposición en el Senado en realidad están trabajando en su campaña política para pelear por la gobernación de San Luis.
La denuncia, presentada por el ex juez federal Guillermo Tiscornia, recayó en el Juzgado Criminal y Correccional 12.
En su denuncia, Tiscornia aclara que "no se trata del uso indebido sino del aprovechamiento –sustracción- de un servicio que quien presta esos servicios es remunerado por el Estado que de ese modo se ve defraudado".
Y agrega: "Dicho ilícito se desvía con la consumación y el uso distorsivo de esos trabajos o servicios siendo que, como sucede en este caso, el Senador Nacional reviste la calidad de funcionario público (art. 77 del Código Penal), aun cuando arribó a su poltrona senatorial en virtud de la elección popular".
En la misma línea, señala que "dicho ilícito se consuma a partir del desvío y uso de tales trabajos y servicios por fuera de la esfera para la cual han sido concebidos. Emplea trabajos o servicios aquel funcionario público que desafecta los mismos de su destino específico hacia otro extraño a su quehacer propio".
"No cabe duda que el señor Senador Nacional Abdala, en un rapto de sincericidio, admitió que parte de sus veinte asesores ( ver página oficial del Senado de la Nación); la tiene trabajando en San Luis porque aspira a ser gobernador", apuntó.
El propio Abdala lo confesó en diálogo con TN cuando fue consultado por la cantidad de colaboradores con los que contaba. "Tengo más de 15. Muchos en San Luis. Mi deseo es ser gobernador y para eso necesito mantener vivo el territorio", admitió.
La respuesta generó sorpresa en los periodistas, quienes parecían no dar crédito de las palabras e incluso Abdala fue por más al señalar: "Son mis módulos", dijo en referencia al dinero que recibe de parte del Poder Legislativo.