De acuerdo a LPO, el presidente Javier Milei habría propuesto un cambio en la traza del gasoducto de Vaca Muerta, que originalmente debía conectar Salliqueló en Buenos Aires con San Jerónimo en Santa Fe. La nueva propuesta de la administración es redirigir el tramo desde La Pampa hasta Córdoba. Esta modificación representa un nuevo golpe financiero para la provincia de Buenos Aires y refleja las tensiones políticas entre Milei y el gobernador Axel Kicillof.
La primera etapa del gasoducto, conocido como el
Gasoducto Néstor Kirchner, que transporta gas desde Tratayen en Neuquén hasta Salliqueló, fue crucial para la recuperación del autoabastecimiento energético en Argentina y para el crecimiento en la exportación de hidrocarburos. La segunda etapa del proyecto tenía como objetivo conectar Salliqueló con San Jerónimo, un punto nodal en el sistema de gasoductos del país.
Según un documento de Enarsa, la nueva propuesta de traza busca reducir costos y mejorar la eficiencia. Sin embargo, la modificación ha sido interpretada por algunos como un acto de retaliación política contra Kicillof, especialmente después de la reciente mudanza de la planta de GNL de Petronas de Bahía Blanca a Río Negro, otro punto de conflicto entre el gobierno nacional y la provincia.
El documento oficial de
Enarsa menciona preocupaciones ambientales en la provincia de Buenos Aires, incluyendo la vegetación arbustiva y las áreas de descanso para la fauna local. Sin embargo, ex funcionarios de Enarsa consideran que estos argumentos son insuficientes, ya que los estudios de impacto ambiental y social ya se habían completado y las expropiaciones necesarias estaban firmadas.
Para los expertos del sector, la modificación de la traza parece más un castigo político hacia la administración provincial que una necesidad técnica. Los beneficios de que el gasoducto pase por una provincia incluyen regalías, desarrollo industrial y generación de empleo, por lo que este cambio podría tener implicaciones económicas significativas para Buenos Aires.