La producción de leche disminuyó un 12,6% en enero, la mayor caída en siete años, en medio de la devaluación e inflación generaron relaciones desfavorables entre precios y costos, según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
La brusca caída del 12,6% en la producción de leche en enero se da por una combinación de factores. Aunque es habitual que la producción de enero disminuya entre un 9% y 10% respecto a diciembre debido a factores estacionales, como el clima caluroso que estresa a las vacas,
la variación intermensual negativa del 12,3% en esta ocasión se atribuye a los elevados Índices de Temperatura y Humedad registrados en la mayoría de las regiones productivas. Además, la segunda quincena de enero estuvo marcada por una fuerte ola de calor que afectó a todo el país. Este fenómeno climático extremo contribuyó al descenso en la producción lechera.
En esa línea, el OCLA señaló que las adversas relaciones de precios y costos, generadas por el efecto devaluatorio e inflacionario, también desempeñaron un rol crucial en la disminución de la producción.
Para el Observatorio
las “adversas relaciones de precios y costos” como un factor significativo que se intensificó debido a los efectos de la devaluación e inflación. Esta combinación de factores económicos y climáticos “crea un escenario complicado para el sector lácteo”, que “ahora se enfrenta a la urgencia de buscar soluciones integrales para mitigar las pérdidas y asegurar la estabilidad de una industria fundamental para la economía del país”.
El OCLA considera que la producción lechera enfrenta un escenario complejo y desafiante que “requiere atención y medidas para mitigar los impactos negativos en el sector”.