El Banco Central aceleró en la última parte del año de forma drástica el ritmo de devaluación del peso con el objetivo de mantener una alta competitividad exportadora del tipo de cambio ante la fuerte suba de precios internos.
En noviembre el ritmo promedio de alza del dólar fue de 6,6%, sextuplicando la suba registrada en igual mes del año pasado (1,1 por ciento), según cifras del último informe de Política Monetaria, lo que incluso colocó la devaluación de noviembre por encima de la inflación de ese mes, que fue del 4,9% gracias a la desaceleración de los precios internos.
Noviembre fue así el primer mes en dos años en que la suba del dólar le ganó a la inflación. En octubre previo los precios minoristas aumentaron 6,3 por ciento y la suba del dólar, 6,2 por ciento. Estos movimientos permitieron al peso recuperar más de cuatro puntos porcentuales en el último trimestre (hasta la semana pasada) la competitividad medida por el tipo de cambio real multilateral.
Lo cierto es que entre los diferentes objetivos implícitos en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central se comprometía a mantener la competitividad real de la moneda y puso de límite 0 al nivel de enero de este año.Por lo que ante las subas de la inflación en este 2022, la autoridad monetaria que conduce Miguel Pesce debió convalidar una mayor apreciación del dólar, la cual promedió en noviembre último el 6,6% mensual, frente el 1,1% de suba de igual mes del 2021. En términos interanuales, el tipo de cambio nominal avanzó 70%, es decir, de 108 pesos a 182 pesos.
"Como resultado de esta aceleración nominal, el tipo de cambio real multilateral (compara precios internos y externos) registra una suba de 4,45 puntos en el último trimestre, de los 88,25 puntos de octubre a los 92,7 puntos, apenas 7,3 unidades por debajo de los niveles que dejaron la devaluación de fines de 2005”, indica el informe de Política Monetaria del organismo. Cabe aclarar que el relevamiento del BCRA posiciona como base 100 el 17 de diciembre de 2015, luego del salto devaluatorio que generó la liberación del cepo.
El informe también señala: "Hacia el final de año, el BCRA continuó readecuando gradualmente la tasa de crawl en el marco del régimen vigente de flotación administrada, con el fin de mantener niveles adecuados de competitividad externa. De este modo, se buscó fortalecer la posición de Reservas Internacionales, sobre la base del ingreso genuino de divisas provenientes de los flujos reales".
Sin embargo, hubo sectores como el agropecuario, que pelearon y ganaron un tipo de cambio diferencial de 200 pesos dólar en la primera etapa del "Dólar-Sojero" y de 230 pesos para la segunda etapa.
Las Reservas Internacionales del BCRA se ubicaron al 22 de diciembre en 43.267 millones de dólares lo que muestra un incremento de 6532 millones respecto al 31 de agosto. "El principal factor de expansión en la última parte del año fueron las compras netas de divisas al sector privado en el marco del Programa de Incremento Exportador por 9868 millones de dólares y los desembolsos recibidos por parte del FMI de Derechos Especiales de Giro (DEG) por 8089 millones", explica el informe.
Estos efectos fueron parcialmente compensados por los pagos de capital e intereses realizados a dicho organismo (unos 6600 millones de dólares) y por la venta neta de divisas al sector privado (sin considerar el Programa de Incremento Exportador) por 5215 millones de dólares.
Mientras que
la tasa de inflación mensual se redujo gradualmente desde septiembre y se ubicó en noviembre en 4,9% alcanzando el nivel más bajo desde febrero de este año. "La moderación de la tasa de inflación fue en parte resultado de una serie de medidas adoptadas por el Gobierno nacional y el BCRA para contener la aceleración de precios verificada en la primera parte del tercer trimestre", resalta el informe oficial.
En particular, la autoridad monetaria elevó en reiteradas oportunidades la tasa de interés de política monetaria hasta llevarla a un terreno positivo en términos reales. Si se mantiene la desaceleración inflacionaria, se prevé una reducción equivalente en el ritmo de devaluación y una reducción de la tasa de interés rectora de la política monetaria.