Pfizer exigía duras condiciones para la distribución de su vacuna en Argentina, Brasil y Perú. Así quedó establecido según un informe del
Bureau of Investigative Journalism, cuya sede queda en Londres, y con colaboración del OjoPublico de Perú.
De acuerdo a la investigación, en Argentina y Brasil, el gigante farmacéutico pidió que los activos soberanos se pusieran como garantía para cubrir posibles costos legales futuros. En Perú, en tanto, tales negociaciones “se prolongaron durante casi seis meses e incluyeron el eximir responsabilidad ante eventuales efectos adversos y demora en la entrega de los lotes”.
La intimidación de Pfizer a los gobierno latinoamericanos en los acuerdos relativos a la distribución de la vacuna contra el coronavirus, había sido advertida por el propio ex ministro de Salud, Ginés González García, en una presentación en la Cámara de Diputados, a principio de febrero.
Ginés había explicado que las condiciones de Pfizer eran inaceptables. "Queríamos adecuarnos a cualquier condición, pero a cualquiera que no significara resignar la soberanía y mucho menos cambiar las leyes. Pero la intolerancia fue tremenda", había expresado.
De acuerdo al informe de los periodistas británicos, “Pfizer solicitó una indemnidad adicional de los procesos civiles, lo que significa que la empresa no sería responsable de los efectos adversos raros que ocasione su vacuna, o de sus propios actos de negligencia, fraude o malicia”. Dicho requerimiento es extremo porque la empresa se desliga en el caso de que haya enviado dosis incorrectas o haya cometido errores en su producción.
"Argentina podría ofrecer compensación por los efectos adversos de la vacuna, pero no si Pfizer cometía un error", se lee en dicho artículo.