En el marco de una tensa reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados,
el macrismo logró el favor de Martín Lousteau y los legisladores que responden a Diego Bossio y consiguió el avance de la designación de Nicolás "Nicky" Caputo, el "amigo del alma" del presidente Mauricio Macri, como cónsul honorario de Singapur en el país.
Los "cónsules honorarios" deben ser ratificados por el Congreso si no son nacidos en los países que representa y la Comisión de Relaciones Exteriores trató 32 solicitudes, entre ellas las de Caputo.
Con este guiño que el macrismo consiguió de la oposición, a excepción del kirchnerismo, sólo resta el aval del recinto para que "Nicky" tenga oficialmente el cargo, que le dará diversos beneficios.
La oposición advirtió que, en ese carácter,
el empresario de la construcción y la energía amigo del jefe de Estado (así lo definió el propio Macri), que también es primo del polémico ministro de Finanzas, Luis Caputo, gozará de inmunidades y privilegios diplomáticos que le conferirá ese cargo, generando así un conflicto de interés.
Según establece la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, los cónsules honorarios gozan de varias prerrogativas, entre ellas:
uso de valija consular, que no podrá ser abierta ni retenida salvo excepciones; protección de toda la correspondencia oficial; libre tránsito y circulación de todos los miembros de la oficina consular por todo el territorio; y exenciones fiscales sobre las retribuciones que reciban los cónsules honorarios del Estado que los envía como consecuencia del ejercicio de funciones consulares.
Sin embargo, hay
otro elemento que la Convención establece que reviste mayor importancia para "Nicky": cuando se instruya un procedimiento penal contra un funcionario consular honorario, éste debe comparecer ante la Justicia, pero las diligencias deben practicarse "con la deferencia debida a ese funcionario por razón de su carácter oficial, de manera que se perturbe lo menos posible el ejercicio de las funciones consulares".
Para ejercer su cargo, empero, el empresario de la construcción requiere del acuerdo del Congreso.
El Senado ya dio su aval a fines del año pasado; resta la Cámara de Diputados. Es por eso que el asunto se debatió hoy en la Comisión de Relaciones Exteriores, que preside
Cornelia Schimdt Liermann (Cambiemos), donde se desató un fuerte cruce entre el kirchnerista
Guillermo Carmona y
Silvia Lospennato, lugarteniente de Cambiemos.
"Designar a Caputo como cónsul honorario es una decisión insensata", atacó Carmona. Por su parte, la famosa por los escándalos en el recinto Lospennato lo cruzó recordando el supuesto
"conflicto de interés, cuando la ex presidenta (Cristina Kirchner) está investigada por alquilar 26.000 habitaciones de su hotel en el Calafate a personal de Aerolíneas Argentinas".
El dictamen terminó saliendo igual, porque el oficialismo tuvo el respaldo de Lousteau y de los diputados del Bloque Justicialista, referenciado en Bossio, con lo que parece que no habrá problemas para concluir el trámite en el recinto. En noviembre, el Senado había avalado estos pliegos a libro cerrado, en una maniobra coordinada entre Federico Pinedo y el hombre fuerte del BJ en la Cámara alta, Rodolfo Urtubey.
