A partir de este domingo, la tumba del papa Francisco podrá ser visitada por los fieles en la Basílica Santa María la Mayor de Roma. El Vaticano confirmó que el lugar estará abierto al público tras la ceremonia íntima de sepultura que se realizó en las últimas horas.
La decisión de trasladar los restos de Jorge Mario Bergoglio a esta histórica basílica, y no a las criptas del Vaticano como ocurrió con otros pontífices, responde a su voluntad personal de permanecer más cerca del pueblo, en un templo que visitó en múltiples ocasiones como papa y al que tenía especial devoción.
Desde temprano se espera una importante afluencia de peregrinos, en su mayoría provenientes de América Latina, que llegarán a rendir homenaje al primer papa argentino. El ingreso será libre y gratuito, aunque se montará un operativo especial de seguridad para ordenar las visitas.
Con el correr de las horas, se prevé que la Basílica Santa María la Mayor se convierta en un nuevo centro de peregrinación mundial, marcando así un último gesto de cercanía de Francisco hacia los más humildes, incluso después de su partida.