"El Papa fue el argentino más importante de la historia", sostuvo Milei en un breve mensaje que difundió a través de sus redes sociales. La frase, tan contundente como inesperada, marcó un antes y un después en la relación del mandatario con Jorge Bergoglio, a quien había criticado duramente durante la campaña presidencial.
El Presidente explicó que su valoración no respondía a coincidencias ideológicas, sino a la magnitud del impacto que tuvo Francisco en el mundo:
“No hay ninguna figura argentina que haya alcanzado tal relevancia internacional ni que haya sido escuchada por tantos líderes a lo largo y ancho del planeta”, remarcó, según el artículo publicado por Noticias Argentinas.
Las declaraciones de Milei se enmarcan en un clima de recogimiento colectivo por la muerte del pontífice, y llegan tras una serie de homenajes de dirigentes políticos, sociales y religiosos. El presidente decretó tres días de duelo nacional y anunció que una delegación oficial participará de las exequias en Roma.
El giro discursivo, que deja atrás las viejas tensiones, también fue leído como un intento del Gobierno por alinearse con el sentimiento popular, en un contexto donde la figura de Francisco, aún con sus detractores, sigue siendo símbolo de humildad, justicia social y compromiso con los más postergados.