En el mismo día en que el Gobierno oficializó el levantamiento del cepo cambiario, estallaron denuncias en redes sociales por la presunta caída de Cocos Capital, una de las plataformas de inversión más utilizadas por pequeños ahorristas digitales. Usuarios de X reportaron demoras en la acreditación de fondos, imposibilidad para realizar retiros y una preocupante falta de respuesta por parte de la empresa.
Durante los últimos años, Cocos Capital se había posicionado como una opción ágil y segura para quienes querían resguardarse del peso sin pasar por los canales formales. En el marco de un mercado intervenido, muchas fintech lograron captar a una nueva generación de inversores que, fuera del sistema bancario tradicional, buscaban protección frente a la inflación y las restricciones. Pero el fin del cepo cambió las reglas del juego.
La incertidumbre que rodea al futuro de este tipo de plataformas se incrementó con la decisión del Gobierno de liberar por completo el mercado de cambios, eliminando cualquier tipo de restricción para la compra de dólares. En este nuevo contexto, donde desaparecen los márgenes de arbitraje y se achican los diferenciales, empresas como Cocos pierden parte de su atractivo y, al mismo tiempo, quedan expuestas a exigencias de mayor transparencia y control.
Según los reportes, los problemas comenzaron a detectarse desde la mañana del viernes y se intensificaron con el correr de las horas. Mientras tanto, la firma emitió un escueto comunicado en el que asegura que “los fondos están seguros” y que trabajan para “normalizar la operatoria”. Sin embargo, el silencio ante los reclamos directos de los usuarios no hizo más que amplificar la desconfianza.