Milei quiere expulsar a un asesor español de Jorge Macri: "Es la basura humana"

 

La decisión del gobierno de Javier Milei de cancelar la residencia del consultor español Antoni Gutiérrez-Rubí no solo profundiza la interna política con el PRO sino que revela, una vez más, el carácter persecutorio del oficialismo. Según confirmaron fuentes del entorno del estratega, la Dirección Nacional de Migraciones lo declaró "irregular" y le otorgó apenas 15 días para abandonar el país. La medida, que lleva la firma del propio Ejecutivo, aparece como un castigo político por su cercanía con Jorge Macri.



"El de la foto es la basura humana de Antoni Gutiérrez Rubí quien fue el arquitecto de la campaña negativa más grande en la historia que instrumentó el kirchnerismo contra mi persona...
Parece que anda dando vueltas por Argentina buscando ensuciar gente de nuevo...

CIAO!", había escrito Milei en X.

Lejos de tratarse de un tecnicismo administrativo, la expulsión de Gutiérrez-Rubí se inscribe en una escalada de hostigamientos que comenzó con una campaña de trolls libertarios y terminó en un decreto que vulnera garantías básicas. "El de la foto es la basura humana de Antoni Gutiérrez Rubí", escribió Milei en enero, en lo que fue una advertencia directa, sin filtros ni institucionalidad. Es evidente que el Presidente no tolera la disidencia, menos aún si viene de un cerebro electoral que supo trabajar con Cristina Kirchner y Sergio Massa.

En diálogo con La Política Online, allegados al consultor español aseguraron que presentarán un recurso administrativo y, si es rechazado, acudirán a la Justicia. Mientras tanto, la expulsión quedaría en suspenso. Aunque no hay declaraciones públicas de Gutiérrez-Rubí, el clima es de extrema preocupación por lo que consideran un “peligroso precedente”.

No es la primera vez que el gobierno libertario pone en jaque el sistema democrático con medidas arbitrarias. Como reveló el mismo medio, Santiago Caputo –mano derecha de Milei– ya había encargado una encuesta para testear la aceptación social de un “régimen autoritario”. En esa lógica encaja este intento de desalojo. El Presidente no solo persigue a opositores políticos y periodistas, ahora también quiere echar del país a quienes piensan distinto.

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