19.03.2025 / Dudas en el mundo
Prestigioso medio económico de EEUU asegura que Milei manipula la inflación para influir en las elecciones
En un artículo de este miércoles, Bloomberg ironiza sobre el "milagro de la inflación de Milei" y lo caracteriza como "distorsionado por elementos obsoletos en el índice" del INDEC. "Una actualización podría ser problemática antes de las elecciones", señalan tras recordar que fue una promesa del Gobierno.
Mediante un artículo publicado este miércoles, Bloomberg, el prestigioso medio de economía y finanzas de Estados Unidos, cuestionó los datos de la inflación oficial que elabora el gobierno de Javier Milei y aseguró que estarían construidos de manera "obsoleta" intencionalmente con el objetivo de favorecer los intereses electorales de La Libertad Avanza.
Según el texto, básicamete, el Gobierno prometió actualizar la forma "obsoleta" con que se construye el dato de inflación del INDEC, pero incumple ese compromiso porque, de hacerlo, la suba de precios anual será alrededor de 20 puntos mayor que actualmente y eso podría perjudicarlo en las elecciones intermedias.
Ese sentido, afirman que "cada vez son más fuertes los reclamos para que el gobierno del presidente Javier Milei rehaga la composición del índice por primera vez en dos décadas, descartando elementos obsoletos y agregando otros nuevos que se han vuelto básicos de uso diario, como, por ejemplo, las suscripciones al iPhone o a Netflix".
La nota sostiene que "la mayoría de los economistas creen que un índice actualizado revelará una inflación superior a las lecturas mensuales actuales" y que "diversos estudios lo indican, y los índices elaborados por ciudades y provincias, incluyendo Buenos Aires, arrojan sistemáticamente tasas superiores a la lectura nacional".
Ese punto, Bloomberg prende fuego al director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) de Argentina, Marco Lavagna, al recordar que reconoció el año pasado que el índice necesita cambios pero que, seis meses después, "nada ha cambiado".
Agregan que "hacer cualquier cosa que pueda socavar su victoria sobre la inflación —la principal fuente de índices de aprobación sorprendentemente sólidos— le da que pensar a Milei" y recuerda que, además, un nuevo índice "podría significar mayores pagos de bonos indexados a la inflación, la principal fuente de financiamiento del gobierno".
"En Argentina, donde la inflación descontrolada ha sido la norma durante décadas, la gente desconfía naturalmente de los datos oficiales", sostiene la nota, y señala que "por más aliviados que estén por la reciente desaceleración de la inflación, muchos creen que los precios están subiendo a un ritmo más rápido de lo que indican los datos del INDEC".
“La inflación está bajando, pero los precios siguen subiendo”, dice Ángel Santos, de 66 años, superintendente de edificios en Buenos Aires.
Además, cita la medición de la inflación que realizan los sindicatos que representan a los trabajadores del sector público y privado y afirman que la inflación “real” es entre 10 y 22 puntos porcentuales más alta al año que las cifras oficiales.
Luego, vuelven a Lavagna y recuerdan que anunció en septiembre que la canasta se actualizaría dos meses después. "Estamos en la fase final de prueba. Debemos ser muy cuidadosos con el momento en que realizamos los cambios", dijo en aquel momento, pero nunca pasó nada.
Recuerdan que es clave que "es la escasa representación de los servicios en la cesta de la compra" y que "si bien los alimentos y los servicios públicos tienen una fuerte ponderación en el índice, la baja proporción de servicios esenciales como la sanidad privada, la educación y las suscripciones digitales no refleja con precisión los patrones de gasto".
Si bien los precios de artículos obsoletos, como el tabaco y los diarios impresos, se alinearon aproximadamente con la inflación general del 69% en febrero, los precios de alquiler se dispararon un 240% y los costos del servicio de Internet aumentaron casi un 100% respecto al año pasado, según datos del INDEC.
El plan de Lavagna para realizar una nueva encuesta de gastos de los hogares implicaba revisar la metodología que Argentina utiliza para medir la inflación. La idea era armonizar las prácticas del país con las de otros países, dado que el FMI y el Banco Mundial recomiendan realizar estas encuestas cada cinco años.
El director del INDEC, quien no respondió a una solicitud de entrevista, prometió que la nueva metodología incluiría alrededor de 500.000 precios, en lugar de los 320.000 actuales, y 24.000 informantes. Lavagna también sugirió un cambio en la estructura de la muestra y en la ponderación de bienes y servicios, con un enfoque en los hábitos de consumo más actuales. Sin embargo, el plan nunca prosperó.
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