La tensa interna de la Unión Cívica Radical (UCR) quedó al descubierto en la última reunión de la comisión de Acuerdos del Senado, donde los senadores Martín Lousteau y Maximiliano Abad protagonizaron un fuerte cruce de declaraciones. En medio de la discusión sobre el pliego del juez Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema, Lousteau y Abad dejaron entrever las profundas divisiones dentro de su bloque, que se han intensificado en los últimos tiempos.
El conflicto comenzó cuando Lousteau, presidente de la UCR a nivel nacional, criticó duramente a sus compañeros de bloque. Aunque no mencionó a Abad directamente, el ex ministro de Economía acusó a algunos legisladores de "especular políticamente" y de actuar con "hipocresía".
"Me dan vergüenza mis compañeros de bloque que vinieron cuando ya había quórum. No me lo voy a callar", expresó Lousteau, lamentando que ciertos radicales pusieran por delante sus intereses electorales antes de una verdadera discusión parlamentaria.
La respuesta de Abad no se hizo esperar. Con tono firme, el senador por la provincia de Buenos Aires le recordó a Lousteau su propia trayectoria política, señalando que quienes acusan a otros de hipocresía suelen tener un historial similar. “Los que acusan a otros de hipócrita son los que critican al kirchnerismo habiendo sido ministro del kirchnerismo. Son los que acusan al macrismo habiendo sido embajador del macrismo”, disparó Abad, refiriéndose a los cargos que Lousteau ocupó durante los gobiernos de Cristina Kirchner y Mauricio Macri.
El intercambio no solo expuso las tensiones personales entre ambos senadores, sino que también reflejó el malestar creciente dentro del radicalismo, en medio de una disputa por el liderazgo del partido y su papel en la oposición frente al gobierno de Javier Milei. Abad, en un intento por defenderse, calificó las palabras de Lousteau como una “bajeza” y lamentó que el presidente de la UCR atacara a sus propios correligionarios. La pelea dejó en claro que las diferencias en la UCR no solo son ideológicas, sino también estratégicas, especialmente en un momento de creciente presión sobre la oposición ante los recientes nombramientos judiciales impulsados por el Ejecutivo.