13.03.2025 / ROSARIO

Preocupa la entrada de divisas debido a que los puertos de Rosario están paralizados: los detalles

Si bien el conflicto, aunque originado por los incidentes en Explora, no está directamente vinculado con la industria aceitera, los trabajadores exigen una respuesta a la tremenda represión sufrida. El Gobierno no hace nada.





Los puertos de Rosario, clave para la exportación de granos en Argentina, permanecen paralizados hoy debido a un paro lanzado por los gremios aceiteros, que en la madrugada de este jueves anunciaron una nueva "Huelga Nacional Aceitera". La medida de fuerza fue adoptada tras la denuncia de represión en una planta de biodiésel en Puerto San Martín, donde efectivos de la Prefectura Naval Argentina habrían reprimido a trabajadores de la empresa Explora SA en la noche del miércoles. Los gremios involucrados, como la Federación de Trabajadores del Complejo Oleaginoso y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros San Lorenzo, decidieron extender el paro a todas las plantas y terminales portuarias de la región, afectando gravemente la actividad.

El conflicto, aunque originado por los incidentes en Explora, no está directamente vinculado con la industria aceitera, pero los trabajadores exigen una respuesta a la represión sufrida. En un video grabado en el lugar de los hechos, se escuchan gremialistas incitando a paralizar los puertos, lo que fue interpretado por Gustavo Idigoras, titular de las cámaras CIARA y CEC, como una maniobra política de algunos sectores sindicales. Idigoras sugirió que el conflicto podría estar motivado por intereses políticos más que por una lucha legítima de los trabajadores, lo que generó aún más tensiones.

Desde el sector empresarial, las cámaras CIARA y CEC rechazaron la huelga, argumentando que la paralización de las plantas es una violación de la conciliación obligatoria que estaba en vigencia desde la noche anterior. Las empresas también recalcaron que ya se habían acordado medidas para compensar los efectos de la inflación en los salarios de los trabajadores. La situación no solo afecta la producción local, sino que pone en peligro la exportación de productos agroindustriales en un momento crítico, generando preocupación por el impacto en la entrada de divisas al país.

El gobierno, por su parte, enfrenta críticas por la escalada del conflicto y la falta de solución en las mesas de negociación. La Secretaría de Trabajo fue notificada sobre la situación, pero la falta de avances genera incertidumbre en un contexto económico ya de por sí complejo, marcado por la crisis de Vicentin, una de las principales empresas del sector, que atraviesa serias dificultades financieras. La paralización de las fábricas y la posible afectación de las exportaciones no hace más que agravar la situación, con sectores productivos que temen mayores perjuicios a corto plazo.