En medio de un clima electoral cada vez más tenso, el gobierno de Javier Milei y los dirigentes de la Ciudad de Buenos Aires han intensificado sus críticas a la provincia gobernada por Axel Kicillof, señalándola como uno de los principales focos de inseguridad del país. Sin embargo, los datos oficiales del Ministerio de Seguridad Nacional pintan un panorama distinto: es la Ciudad de Buenos Aires la que encabeza el ranking nacional de robos, con una alarmante tasa de 2.267 robos por cada 100.000 habitantes, mientras que la provincia de Buenos Aires se ubica en el puesto 13, con 706.
A pesar de la constante mención de la inseguridad en el discurso político, particularmente por parte de los sectores de la derecha, las estadísticas oficiales muestran que la provincia de Buenos Aires no se encuentra entre las más peligrosas del país en cuanto a robos.
"El ranking lo lidera la Ciudad de Buenos Aires", señala el informe, que también resalta la posición de otras provincias como Córdoba y Mendoza, que siguen a la CABA con tasas de 1.787 y 1.564 robos, respectivamente. Con estos datos, se pone en evidencia que la inseguridad no es un problema exclusivo del conurbano bonaerense, como se ha intentado vender en el discurso oficial.
La situación se complica aún más al observar que la tasa promedio de robos a nivel nacional se mantiene alta, con 1.000 robos por cada 100.000 habitantes en 2024, un aumento respecto al año anterior. "La baja de la tasa de homicidios no fue acompañada por el descenso en las estadísticas de los robos", explica el informe, apuntando a factores socioeconómicos que impactan directamente en el aumento de los delitos. Esta realidad, invisibilizada por el discurso punitivista de la derecha, muestra el fracaso de las políticas de ajuste y la falta de soluciones estructurales ante el deterioro social y económico.
Por otro lado, la disputa política por la seguridad se ha convertido en un tema central de la campaña electoral. El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, no perdió oportunidad para criticar al gobierno nacional y a Kicillof, afirmando: "No podemos seguir teniendo presos donde no deben estar y son un peligro para todos". Sin embargo, esta lucha discursiva se produce en un contexto donde los datos oficiales evidencian que la CABA no solo tiene una tasa de robos mucho mayor que la PBA, sino que también enfrenta una complejidad más grande en cuanto a la gestión de la seguridad.