Apertura de sesiones: el radical Zdero se mostró colgado de Milei pese a que Chaco sufre el ajuste
El gobernador de Chaco abrió las sesiones ordinarias de su provincia como un radical con peluca, sin una sola crítica a los escándalos de Milei, con adjetivos a lo libertario y hasta llamando "restricciones" al brutal ajuste de Nación que en el norte pega más duro que en el resto del país.
El gobernador de Chaco, Leandro Zdero, abrió las sesiones ordinarias de su provincia como un radical con peluca, sin una sola crítica a los escándalos de Javier Milei, con adjetivos contra la oposición y el peronismo en modo libertario y hasta llamando "restricciones" al brutal ajuste de Nación que en el norte pega más duro que en el resto del país.
Zdero no realizó ni una sola crítica a la Casa Rosada ni a Milei. No mencionó la criptoestafa, la Corte Suprema por decreto, ni amenazas de intervenciones a la provincia de Buenos Aires - que bien el día de mañana pueden dirigirse a otro distrito - fueron mencionados en sus palabras, pero tampoco el ajuste económico que pega fuerte en Chaco. Es más, hasta lo justificó.
En cambio, alineado, el mandatario provincial dijo que su gobierno intentará ahora ser "facilitador y amigo de los que quieren traer prosperidad".
En su guerra contra el peronismo que lo antecedió, tiene la expectativa de que haya una correspondencia libertaria a la hora de las elecciones. Por eso, casi que repitió las consignas libertarias, como queriendo copar ese electorado, y apuntó contra la "herencia provincial", pese a que inicia ya su segundo año de mandato.
"Nos dejaron un desastre para que estalle en nuestras manos una bomba", acusó al peronismo y en especial a su predecesor, Jorge Capitanich, como si recién empezara a gobernar.
Zdero se puso contento porque su provincia fue la primera en adherir al RIGI y aclaró que "años de caos no se corrigen en 15 meses".
El gobernador chaqueño refrescó otra vez "el desorden, el caos y la corrupción" que dice haber encontrado, habló de "desmadre" y "negocios" que heredó, en un discurso que pareció ser más el de un gobierno que inicia que el de uno que ya va por su segundo año. Describió las deudas con las que se topó y aludió a la "irresponsabilidad" de las gestiones anteriores.
"Esquivamos las piedras o las saltamos, pero siempre vamos a ir para adelante", dijo como metáfora usada para sostener que la oposición que ve liderada por Jorge Capitanich busca perjudicarlo.
"Se inició una sistemática y cruel campaña de desprestigio; es un ataque programado, buscando golpear al gobierno con total impunidad", dijo, sin precisiones.
Al mejor estilo Milei, dijo que sabía, como si estuviera empezando su gobierno, que "tomar las riendas de la coyuntura implicaría un esfuerzo titánico" y aseguró que "la pesadilla fue peor" de lo que creía antes. "Jamás imaginamos que fueran tan mentirosos", chicaneó.
En igual medida antiperonismo que radical con peluca, Zdero se jactó de su "austeridad, transparencia y modernización", como si fuera Milei, y en ese sentido sostuvo que la motosierra de Milei, más que un ajuste, es una serie de "restricciones".
Llamativa postura, justo cuando los números en Chaco son de los peores de todo el país: la desocupación supera el 11%, el poder adquisitivo cae a niveles históricos y se hizo moneda corriente que una porción importante de habitantes de la provincia no puedan afrontar ni siquiera el pago de servicios. Esa situación derivó en varios planteos institucionales para que no haya cortes de energía eléctrica por falta de pago.
Zdero aludió a esa situación en su discurso y anunció correcciones para que no sea tan alto el impacto estacional de los tarifazos. Aprovechó para acusar a "los piqueteros amigos del gobierno que eran los delincuentes que se colgaban de la energía".
"Los números de la pobreza irán descendiendo", prometió Zdero y dijo que esa pobreza "es imagen del fracaso del populismo, no sólo corrupto sino tremendamente inútil".