En su primer año, el
Gobierno de Javier Milei llevó a cabo un ajuste feroz para lograr dos hitos que se consideran positivos en su gestión: el superávit fiscal y la caída de la inflación. Sin embargo, el costo social fue alto con el desplome de la actividad económica y del consumo por la suba de tarifas, los despidos, la caída del poder adquisitivo de los trabajadores y de los jubilados. Lo qué hace cuestionar cuánto de positivo tienen estos logros que constantemente celebran los libertarios y cómo se traducen en el día a día.
Tras el desplome de la primera mitad del 2024, el PBI rebotó en el segundo semestre del año pasado y rápidamente empezó un periodo de moderación, solo con el empuje de la agricultura, la minería y la ganadería, mientras que ciertos sectores como la industria o la construcción no pudieron recuperarse. Las promesas de
Milei para este año fueron claras, una "motosierra profunda", con mayor reforma laboral y previsional, la concreción de privatizaciones, la eliminación del 90% de los impuestos y la salida del CEPO cambiario. "Solamente aplicamos un cuarto de las reformas, todavía nos quedan 3.200 pendientes", manifestó en diciembre pasado en una entrevista con la revista Forbes. Incluso, en su saludo el 1° de enero el Presidente prometió: “Se vienen tiempos felices en la Argentina.
Estamos saliendo del desierto: la recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer. Gracias por confiar en nosotros”.
En una entrevista con
Política Argentina, la economista y autora de “Motosierra y confusión”,
Mercedes D’Alessandro, analizó la actualidad económica argentina y explicó cuáles son los desafíos que tendrá el Gobierno nacional este 2025 con una idea clara “hay muchas alternativas al ajuste” y el verdadero problema de Javier Milei será cómo sostener la baja de la inflación.
-¿El superávit fiscal y la baja de la inflación son realmente logros del primer año de Javier Milei?
Milei celebra haber cumplido su propuesta del déficit cero, tener superávit fiscal utilizando la “motosierra” y haber bajado la inflación. Sin embargo, esto para mí no es separable la manera en la que lo logró,
ese superávit fiscal se dio a costa de bajar las transferencias a las provincias, de recortarle los ingresos a los jubilados, de desfinanciar el sistema de ciencia, tecnología, educación, salud pública, etc. y es suspender casi por completo la obra pública. Entonces, como economista no puedo festejar un número en abstracto que me da positivo sin entender cómo se llegó a ese número. Y la forma en la que Milei llega a ese número debería ser inaceptable para cualquiera porque tiene que ver con el deterioro de las condiciones de vida de gran porcentaje de la población que son nuestros padres, abuelos, tíos, que no tienen mucha posibilidad de reinsertarse en el mundo laboral; que es la obra pública, nuestra infraestructura, nuestra conectividad, escuelas, hospitales, rutas, cordones, etcétera. Ni hablar del sistema científico y tecnológico, la posibilidad también de salir adelante en un país, de innovar, desarrollarse, de tener tecnología. Entonces, poner en abstracto que logre un superávit fiscal sin entender de dónde sale ese superávit, me parece que es algo engañoso
, es un número que parece bueno, pero que en realidad trae por detrás consecuencias.
-¿Qué pasa con la inflación?
Con la inflación pasa algo similar. La inflación hoy está bajando, la baja que se ve tan impresionante es porque ellos pegan un salto cambiario ni bien entran al Gobierno. Cuando uno mira que bajó de 25% a 2,7%, ese 25% fue provocado por una devaluación que hizo Caputo el día que entró a su oficina. Ese salto cambiario gigantesco es una responsabilidad de este Gobierno también. Obviamente hay una baja y eso seguramente para muchas personas es importante, pero está sostenido de manera artificial
, baja la inflación con un tipo de cambio que hoy está artificialmente quieto, con gran intervención del Gobierno
y también con la “ayuda” de una de una caída del consumo muy grande en Argentina. Hacía mucho tiempo que no teníamos una caída del consumo tan prolongada a lo largo del tiempo como la que vemos venimos viendo. Y
en la Argentina, más de 70 puntos de PBI se explican por el consumo interno.
-¿Cuáles son los desafíos económicos del Gobierno nacional para este año?
Un desafío que tiene Milei es
conservar el nivel de inflación. Si quiere conservar ese nivel
no puede devaluar la moneda, que es una de las cosas que le pide el Fondo Monetario Internacional. Nuestro tipo de cambio está muy atrasado, hay presiones devaluatorias por múltiples medidas: Brasil, socio comercial de Argentina, devaluó, la presión por dólares para comprar importaciones que no puede sostener, y muchas cosas. Si ellos devalúan, se va a precios y uno de los únicos logros que tienen hoy se les cancela. En ese sentido, se espera que la actividad crezca este año. Yo no sé si va a crecer, pero
el FMI proyecta cinco puntos de crecimiento. Si Argentina crece va a haber más presiones devaluatorias y, además, una presión inflacionaria y porque una de las formas de mantener una economía con bajos niveles de precios es cuando hay recesión, cuando no hay crecimiento, la mayor demanda siempre tiende a llevar los precios hacia arriba. Entonces, ahí hay un desafío para Milei.
-Entonces, ante las presiones del organismo ¿Se vuelve un desafío el acuerdo con el FMI?
El otro desafío sí podemos decir que es el acuerdo con el Fondo Monetario. En el fin del 2024 se terminó el acuerdo que firmó (el ex ministro de Economía Martín) Guzmán bajo la presidencia Alberto Fernández, un acuerdo que venía a buscar facilidades de pago para el acuerdo que había firmado Macri en su momento, récord en la historia del Fondo. Lo que se firmó fue una serie de objetivos, que no se cumplieron en los ojos del FMI o al menos eso escriben ellos en su en su revisión a fin del año pasado, era en diciembre. El FMI te desembolsaba lo que vos debías y para que vos no entres en default. No se estuvo pagando deuda, sino que solamente se estuvo cumpliendo y no defaulteando. Ese acuerdo se terminó, ahora hay que firmar uno nuevo.
El Gobierno quiere firmar uno nuevo porque necesita dólares frescos: si quieren mantener un tipo de cambio atrasado como el que está para sostener también la inflación a la baja y mantener su esquema macrofinanciero estable, necesitan más dólares. Y una de las formas de conseguir dólares es pedírselas al FMI, pero ahí el FMI tiene una disputa con el Gobierno porque el FMI quiere que haya una devaluación de la moneda y quiere que se salga del control de capitales, el llamado CEPO, pero -lo viene diciendo Milei hace un año- no encuentra todavía las condiciones para hacerlo porque obviamente puede darse lugar una fuga de capitales. Entonces, lo que e
stán negociando con el Fondo es qué tipo de acuerdo realizan, si hacen un acuerdo como el que firmó Guzmán donde hay ciertas concesiones pero no te dan fondos frescos, para que no haya que devaluar. También
está debatiendo si ese acuerdo llegaría antes de las elecciones o después, estamos hablando de una economía que está en una fragilidad macrofinanciera en este momento, donde no tiene todo asegurado y esperar hasta las elecciones a mí me parece medio largo plazo.
También sé, por experiencia propia, que muchas veces todo lo que se dice técnicamente, después viene alguien políticamente, mueve una ficha y va para otro lado a la cosa. Y cuando digo políticamente, digo,
la silla que tiene Donald Trump en el Fondo Monetario Internacional y el lobby que puedan hacer para darle más fortaleza a Javier Milei con una inyección de fondos frescos que es lo que él necesita.
-¿Es difícil que cumpla con la salida del CEPO?
Es siempre difícil encontrar el momento para salirse del cepo y
tenés que tener reservas por si hay una salida rápida de capitales, para poder responder sin que el dólar se te se te vaya a cualquier lado.
-¿A quién le sirve el modelo de ajuste de Javier Milei?
Ellos tienen esta frase de “¿Y si sale bien?”, yo diría que
si sale bien este modelo sale bien para un grupo muy pequeño y muy restringido de personas. Ni siquiera te estoy hablando de un grupo social, personas directamente. El "si sale bien" es
a los que hacen carry trade, a empresas que la levantan en pala y que, además. hacen negocios con el Estado. Es para
algunos exportadores en particular que van a estar motorizados por el RIGI o algunas industrias que no les van a cobrar tantas regalías cuando se sumen al RIGI. Es algo muy chiquito el “si sale bien”. Y lo cierto es que
mientras tanto vemos el deterioro del tejido productivo y el tejido social. Hay veces que parece que son números, pero cuando uno dice que los jubilados consumieron menores medicamentos que antes, son viejos que están tomando la medicación día por medio, que le está haciendo mal en el cuerpo, que lo está deteriorando y lo está acercando a su muerte. Los niños que están comiendo menos que antes porque la pobreza aumentó, son pibes que les va a costar más estudiar y desarrollarse en condiciones para tener un futuro más digno, un presente más digno. Entonces, todo este esfuerzo que dice Milei que tiene que hacer la sociedad para “verla”, para ver después la fantasía dolarizadora, y quién sabe cuántas cosas más que nos vendió como espejitos de colores, la verdad que no le va a tocar a todos esi sale bien. Entonces, creo que ahí hay otra fantasía, de
quiénes van a estar integrados en esa Argentina que propone Milei.
-¿Hay una alternativa al ajuste para salir de la crisis?
Hay muchas alternativas. Fíjate que cuando uno mira todo lo que hizo Milei en este momento, aún si uno quisiera decir "Bueno, había que ordenar las cuentas fiscales”, como le gusta decir a muchos,
hay mucha gente que no que no puso un peso en todo esto. Cuando uno mira, por ejemplo, la Ley de Economía del Conocimiento, que es una ley que hizo Néstor Kirchner en el 2004 para apoyar el desarrollo del software en Argentina que era para imagínate 2004, en los albores de la época tecnológica, hoy las empresas se benefician de eso son
Mercado Libre, Bagó, Accenture, Globant, es decir, empresas que cotizan en bolsa, hoy reciben subsidios que son millonarios por parte del Estado, subsidios que no necesitan. Por ejemplo, Mercado Libre en el 2023 recibió casi 100 millones de dólares en forma de no pagar aportes patronales y no pagar los aportes a la seguridad social. Le condonaron eso, no lo pagó de sus propios empleados.
100 millones de dólares es más que el presupuesto que tenía el Ministerio de las Mujeres en el año, cuando existía obviamente, o más del presupuesto que tenía el Ministerio de Ambiente también cuando existía. Es mucha plata y eso es solo una de las empresas a las que todavía no le tocaron un centavo. Por otra parte, nosotros estamos viendo hoy una caída del consumo gigantesco que tiene que ver con la caída de los ingresos reales, producto de la inflación y la falta de apertura paritaria que no permiten que los trabajadores puedan recuperar sus niveles de poder adquisitivo, es decir, hay otras variantes por donde se podría haber ajustado esas clavijas, si lo necesario era eso, y por supuesto también pensar qu
e tanto un ajuste como una política expansiva tiene que estar pensada en términos también de a quiénes querés promover, sobre quiénes va a recaer el peso del dolor en la sociedad. Milei dijo siempre que todo el ajuste iba a caer sobre la casta, todavía no sabemos quién es la casta porque la verdad es que
lo que vemos como casta son los jubilados, la comunidad LGBTIQ+, las mujeres, las personas con discapacidad. Ahora parece que Galperín no es casta, que los senadores no son casta. Lo de la casta quedó medio raro porque uno pensaba que la casta política era parte de eso. Milei dijo muchas cosas que sonaban bonitas en su momento y después no las vemos, en mi libro "Motosierra y confusión", la confusión viene por ahí.