28.01.2025 / Política

Tras la polémica por los costosos viajes al exterior, el Gobierno oficializó la salida de Yacobucci de la UIF

El ex titular de la UIF asumió formalmente su cargo en febrero de 2024 y su rol estuvo ligado directamente con Mariano Cúneo Libarona, quien lo propuso para el cargo. Pero la relación con el ministro de Justicia se fue deteriorando con el tiempo debido a fuertes diferencias en la gestión técnica y gastos excesivos.





En un decreto publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno aceptó formalmente la renuncia de Ignacio Yacobucci como titular de Unidad de Información Financiera (UIF). Tras varios días de especulaciones, se conoció su salida el pasado 16 de enero, al mismo tiempo que se anunció a Paul Starc como reemplazo.

Yacobucci asumió formalmente su cargo en febrero de 2024 luego de haber trabajado en la Cámara de Casación. Desde un inicio, su rol estuvo ligado directamente con el ministro Mariano Cúneo Libarona, quien lo propuso para el cargo. Además, llegó a ser un colaborador de máxima confianza designado específicamente para supervisar el funcionamiento diario del organismo. Pero la relación con el titular de la cartera de Justicia se fue deteriorando con el tiempo debido a diferencias administrativas.

Uno de los argumentos que el Gobierno utilizó para al desplazamiento fue una serie de gastos cuestionables que Yacobucci venía haciendo al exterior. Fuentes oficiales confirmaron que el ex funcionario acumuló boletos en primera clase, muchas veces sin la autorización previa requerida, lo que contradecía la política de austeridad impulsada por la gestión libertaria. Tal fue el caso del frustrado viaje a Paraguay, donde el presupuesto solicitado superaba los 10.000 dólares e incluía un número excesivo de acompañantes, lo que le valió la apresurada salida del organismo.

Dentro del listado de tareas que generaron disconformidad, se encontraba la falta de avances en la adecuación de las normativas nacionales a los estándares internacionales del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que evitaba caer dentro del listado de países que toleran el lavado de dinero y el financiamiento de organizaciones terroristas.

En ese escenario, Yacobucci sugirió que el Gobierno recurriera a los servicios de consultoría de Mariano Federici y Eugenia Talerico, quienes ocuparon los cargos principales en la UIF durante la gestión de Mauricio Macri, a cambio de un significativo monto en la divisa norteamericana.

En otro orden, las tensiones internas se incrementaron cuando desobedeció las directrices políticas del Gobierno de no intervenir como querellante en investigaciones relacionadas con posibles casos de corrupción de gobiernos previos o en causas motivadas por cuestiones coyunturales.

Desde el Ministerio de Justicia también habían identificado un escaso número de Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) emitidos. Esta situación resultó especialmente preocupante en sectores de alto riesgo, como el financiero e inmobiliario, donde no se realizaron análisis preventivos adecuados. No obstante, se criticó la falta de profundidad en el análisis del financiamiento del terrorismo, ya que no se avanzó en el monitoreo de operadores y redes vinculadas a actividades terroristas, lo que dejó una significativa área de riesgo sin abordar.

En materia de cooperación internacional efectiva, a pesar de los numerosos viajes y visitas oficiales y extraoficiales a ciudades como París, Viena, Washington y Bruselas, se registró un número reducido de solicitudes de colaboración espontánea hacia otros países.