La diferencia entre el dólar oficial y las cotizaciones alternativas alcanzó su nivel más bajo desde que Javier Milei asumió la presidencia. Este cambio de tendencia genera expectativas sobre la posible apertura del cepo cambiario, una de las promesas más resonantes de la actual administración.
El dólar financiero continúa mostrando una tendencia bajista acelerada. El dólar MEP cerró a $1.072,33, registrando su sexta caída consecutiva y ubicándose por debajo del dólar importador ($1.078). Este escenario, inédito desde mayo, refuerza la percepción de estabilidad cambiaria, mientras que el CCL, pese a una leve suba del 0,2% hasta $1.108,76, sigue mostrando señales de moderación en su brecha con el dólar mayorista, que se ubica en un 10,4%.
El mercado atribuye esta caída a varios factores. Según fuentes del sector, "los dólares tuvieron otra baja pronunciada producto de la gran oferta de los exportadores". A esto se suma el superávit fiscal de octubre y las sostenidas compras de divisas por parte del Banco Central, que apuntalan la estabilidad en el mercado de cambios.
En paralelo,
el Gobierno avanzó en la eliminación progresiva del Impuesto PAIS. Desde diciembre, el límite para importaciones eventuales (courier) pasará de los actuales USD 1.000 a USD 3.000, y los primeros USD 400 de estas compras estarán exentos de aranceles si son para uso personal. Estas medidas buscan facilitar el comercio y aliviar la presión sobre el mercado cambiario, consolidando un escenario propicio para levantar restricciones.
Cabe señalar que aunque persisten desafíos, como la fluctuación del dólar cripto ($1.121,28) y la elevada cotización del dólar solidario ($1.636,80), desde el oficialismo sostienen que los analistas ven en esta dinámica una señal positiva.
