11.11.2024 / INDEC

¿En el Gobierno cajonean la nueva medición del Indec por miedo a que demuestre que no baja?

La actualización del IPC también está vinculada a un cambio más profundo en el modo en que se miden los precios en el país. La nueva metodología contempla un aumento significativo en la cantidad de precios monitoreados, pasando de 320.000 a 500.000 precios y ampliando el número de informantes de 16.700 a 24.000.





El Gobierno de Javier Milei pareciera estar frenando la actualización del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC, una modificación que podría reflejar una inflación más alta de lo esperado, lo que resultaría en un mayor impacto sobre los salarios reales de los argentinos. Según el periodista Leandro Renou, el titular del INDEC, Marco Lavagna, viene insistiendo en la necesidad de actualizar la canasta de bienes y servicios que mide el IPC, ya que la actual data de 2004 no refleja con precisión los patrones de consumo de los hogares argentinos en el contexto de la segunda década del siglo XXI.



Esta actualización, que fue anunciada en marzo y cuya implementación se espera para este mes, implica un importante cambio en la ponderación de la canasta de bienes y servicios que se utilizan para calcular la inflación. En particular, se incorporarían nuevas categorías de servicios que hoy tienen un peso mucho mayor en los hogares argentinos, como la salud, el transporte y la educación, elementos que no se reflejan adecuadamente en la medición actual. "La canasta de IPC de 2004 no representa la realidad actual de consumo, ya que no computa el peso real de los servicios", explicó Lavagna en varias ocasiones, subrayando la importancia de actualizar los parámetros para tener una visión más precisa del costo de vida de los argentinos.

Sin embargo, este cambio, que está en las "pruebas finales" según el propio Lavagna, podría resultar en un aumento de la inflación medida, lo que podría tener consecuencias políticas delicadas para el Gobierno de Milei, que ha basado parte de su discurso en la idea de que la recesión ha quedado atrás y que el país está en pleno proceso de recuperación económica. Fuentes cercanas al Ejecutivo sugieren que algunos sectores del Gobierno ya le habrían solicitado a Lavagna que "busque otro tema" para evitar que la nueva medición se convierta en un factor que evidencie la persistencia de una inflación elevada, afectando aún más el poder adquisitivo de los trabajadores y, por ende, la popularidad del oficialismo.

A pesar de estos rumores, fuentes allegadas al INDEC aseguran que no hay intenciones de "cajonear" la nueva medición, y que el proceso de actualización es necesario para dar una imagen más fiel de la economía. Sin embargo, aún no hay claridad sobre cuándo se oficializará el nuevo IPC, lo que ha generado incertidumbre entre los analistas económicos y el sector privado. Lo cierto es que, según datos de diversas consultoras, la inflación sigue siendo uno de los principales problemas económicos que enfrenta el país, y las expectativas del mercado sobre la evolución de los precios para el resto del año siguen siendo altas.