El escritor italo-suizo Giuliano da Empoli, uno de los preferidos del asesor Santiago Caputo, cuestionó los recientes comentarios "violentos" del presidente Javier Milei hacia Cristina Kirchner durante una charla en el MALBA. Da Empoli argumentó que la nueva política se basa en "ira y algoritmo", destacando cómo las plataformas digitales amplifican mensajes extremos y favorecen la polarización en el discurso político.
En su análisis,
Da Empoli enfatizó que, al ignorar o reaccionar con indignación ante declaraciones extremas, los medios de comunicación no solo amplifican esos mensajes, sino que también normalizan la violencia en el ámbito político. Esto, según él, crea un entorno donde la retórica agresiva se convierte en parte del discurso aceptado, complicando la dinámica democrática. Sostuvo que “la nueva política es ira más algoritmo”
En una nota de Infobae se puede leer también:
“La primera promesa de este tipo de líder es la humillación de la casta. Es la humillación del establishment. Y mientras pueda mantener esa promesa, esta será una poderosa energía para mantenerse en el poder y eventualmente volver al poder si lo pierden, porque es la promesa número uno y está por encima de cualquier material o elemento concreto”, afirmó el autor y ex político, que aclaró que no estaba del todo seguro que ese planteo pueda aplicarse al caso de Argentina
Al ser consultado sobre Santiago Caputo, dijo:
“He leído esto en la prensa, pero no recibí cartas de él como fan”.
El autor de "Los ingenieros del caos" y "El Mago del Kremlin" también reflexionó sobre el impacto de la tecnología en la política. Comparó la democracia representativa con un "gato negro", sugiriendo que es poco fotogénica en un mundo que valora lo inmediato y superficial. En este contexto, la política tradicional enfrenta serios desafíos, ya que los ciudadanos buscan respuestas rápidas y eficientes a través de sus dispositivos móviles.
Da Empoli subrayó que los moderados deben entender la lógica detrás de estos nuevos liderazgos para poder contrarrestarlos de manera efectiva.
La idea de que las emociones y la ira pueden movilizar a las masas se ha vuelto central en la estrategia política contemporánea, lo que plantea la necesidad de repensar cómo se comunican los mensajes políticos y cómo se construye el consenso en una era digital.
Finalmente, concluyó que el desafío actual para las democracias es encontrar formas de comunicar mensajes positivos y constructivos en un entorno que a menudo premia lo negativo y lo extremo. Según él, aunque la situación pueda parecer desalentadora, siempre hay espacio para el cambio y la renovación en la política.