El bloque radical de la Cámara de Diputados sigue estando en una encrucijada tras la decisión de cinco de sus miembros de apoyar los vetos del presidente Javier Milei. Este martes, los legisladores Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, Pablo Cervi y Federico Tournier se verán en el centro de una reunión crítica que determinará su futuro dentro de la UCR. La tensión en el bloque es palpable, ya que un grupo de diez diputados exige su expulsión, argumentando que su apoyo al Gobierno refleja una postura contraria a los principios del partido.
Las divisiones se han intensificado a raíz del respaldo a los vetos relacionados con jubilaciones y universidades, lo que ha llevado a que algunos miembros del bloque, denominados “radicales con pelucas”, sean acusados de ser cómplices del oficialismo. A medida que se aproxima la reunión, figuras como Julio Cobos y Mario Barletta intentan calmar las aguas, abogando por un debate interno que respete la organización del partido.
La diputada Soledad Carrizo expresó su deseo de que nadie abandone el bloque, destacando la importancia de la tolerancia y el compromiso con las reglas establecidas. Sin embargo, la presión de los diputados críticos es fuerte. Facundo Manes y otros legisladores han planteado un ultimátum claro: o se expulsa a los cinco diputados cuestionados, o se fragmenta la bancada radical.
Si se materializa la expulsión, el bloque radical pasaría de 33 a 28 diputados. En caso de una fractura, se dividiría en tres sectores: la UCR oficial bajo Rodrigo de Loredo, un nuevo bloque crítico, y los cinco “radicales libertarios” que podrían optar por seguir con la UCR o alinearse con Milei.
