El abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez advirtió que Javier Milei "se tiene que hacer cargo de las consecuencias civiles y penales" que puedan tener sus dichos, luego de que el Presidente afirmara que le gustaría "meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina (Kirchner) adentro".
La frase que el jefe de Estado expresó este domingo durante una entrevista con TN fue repudiada por distintos dirigentes de la oposición. "Como nos tiene acostumbrados el Presidente, en un margen muy amplio de excesos, lo de este último fin de semana ha sido el exceso de los excesos", aseguró Gil Domínguez.
"El Presidente tiene, como cualquier otra persona, el ejercicio total de la libertad de expresión. Lo que pasa es que el ejercicio de la libertad de expresión también tiene responsabilidades civiles y penales ulteriores", señaló el abogado este lunes en diálogo con Radio 10.
"En la medida que sus dichos generen un daño directo inmediato a personas o a instituciones, existen mecanismos en el ámbito del derecho civil y penal para que se haga cargo de las consecuencias que el ejercicio de la libertad de expresión, que lo puede hacer en todo momento y en todo lugar, le pueden generar", explicó.
Gil Domínguez añadió que, "por el cargo que ocupa", los dichos de Milei "pueden generar un mayor daño e impacto, ya sea en la intimidad y el honor de las personas o en el funcionamiento de las instituciones". "Que el Presidente diga lo que quiera decir; ahora, se tiene que hacer cargo de las consecuencias civiles y penales", advirtió.
Sin embargo, aclaró que "para eso tiene que funcionar la justicia civil y penal". "Si le van a cerrar los expedientes en 24 horas sin hacer ninguna mínima investigación, entonces estamos complicados porque la libertad de expresión del Presidente se transforma en una impunidad de expresión sin ningún tipo de consecuencias jurídicas", sostuvo.
El constitucionalista consideró que "en los dichos de muchos funcionarios del Gobierno, y especialmente del Presidente, existe una gran violencia institucional que es muy irresponsable" y "pone permanentemente en una posición de indignidad a quien piensa distinto". "Estas formas de violencia institucional son preocupantes", aseguró.
"Es la única forma de gobernar que tienen: a través de la violencia institucional, de la descalificación del otro, de desconocer la Constitución y el sistema democrático. Es un modelo mesiánico y fundacional donde no entra alguien que piense distinto. Es muy importante la construcción de una alternativa política seria", concluyó.