El peronismo de Catamarca se encuentra en el centro de una controversia tras la decisión de la diputada Beatriz Ávila de ausentarse en la votación para rechazar el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. La senadora Lucía Corpacci, titular del PJ en la provincia, expresó su condena hacia la actitud de Ávila, señalando que "no nos votaron para eso". Esta situación ha generado un profundo malestar en el partido, que se siente traicionado por la falta de apoyo a un tema crucial para la educación.
Ávila, quien fuera secretaria de Minería durante la gestión de Sergio Massa, llegó al Congreso, pero por orden del gobernador Raúl Jalil decidió encerrarse en su despacho, evitando así participar en la votación. Su ausencia resultó fundamental para que el oficialismo pudiera reunir el tercio necesario y bloquear la insistencia de la Cámara de Diputados. Desde el PJ catamarqueño, la respuesta fue contundente: "La ausencia de una diputada de nuestro espacio, sin ninguna razón de fuerza mayor que lo justifique, nos obliga a repudiar su comportamiento".
Las motivaciones detrás de esta maniobra aún son inciertas, y se especula sobre un posible acuerdo entre Jalil y el gobierno de Milei que habría llevado a Ávila a no intervenir en la votación. Esta situación añade una nueva capa de tensión al peronismo en la provincia, donde Corpacci, cercana a Cristina Kirchner, y Jalil intentan mantener la cohesión del partido ante una situación política compleja.
El comunicado emitido por el PJ catamarqueño resalta la importancia de defender los valores que considera fundamentales frente a lo que califican como un gobierno que destruye esos principios. A medida que se desarrollan los acontecimientos, queda claro que el peronismo de Catamarca deberá afrontar no solo los desafíos externos, sino también las divisiones internas que han surgido a raíz de esta controversia.