777Partners, la empresa que Daniel Scioli trajo a la Argentina en mayo de este año como parte de la promoción de los beneficios que traería al fútbol local la llegada de las Sociedades Anónimas (SAD), presentó su quiebra y puso a la venta todos sus activos, entre los cuales se encuentran los clubes de todo el mundo que poseía.
La situación incluye la liquidación de sus acciones en reconocidos clubes de fútbol internacionales, como el Sevilla FC, donde militan los argentinos Valentín Barco y Gonzalo Montiel, por ejemplo, así como propiedades de lujo entre las que se cuenta un yate valorado en 2 millones de dólares y un avión privado de 20 millones de dólares.
En Brasil tenía el control mayoritario de Vasco Da Gama, pero lo perdió por decisión de la Justicia del país vecino: tenía el 70% y ahora se quedó con el 30% (minoría), porcentaje que planea vender.
También tenían el control del Standard Líege de Bélgica, pero la justicia local ordenó el embargo de sus activos por una denuncia presentada por Bruno Venanzi, quien fuera propietario del club.
Otras instituciones eran Genoa de Italia, Hertha Berlín de Alemania, Sevilla de España, Red Star de Francia y Melbourne Victory de Australia. A su vez, contaban con el poder en el equipo London Lions del básquet de Inglaterra.
Además, desalojaron las oficinas de Miami y Newport Beach, debido a que no estaban pagando los alquileres.
El colapso financiero de la empresa pone en serios problemas la legitimidad y la viabilidad de los planes de replicar el modelo SAD en Argentina, que el ministro de Turismo y Deportes tomó como bandera propia - exactamente lo contrario que hacía hasta diciembre de 2023 - a pedido del presidente Javier Milei y con el impulso histórico de Mauricio Macri.
El 9 de mayo, Scioli y Juliana Santillan, diputada nacional de LLA, se tomaron una foto con representantes del grupo inversor estadounidense y los presentaron como primeros inversores en las SAD en Argentina.
El interrogante que muchos ya venían planteando y ahora queda de manifiesto ante la posibilidad del desembarco de las SAD, que además del Gobierno promocionan los presidente de clubes como Talleres de Córdoba y Estudiantes de La Plata, Andrés Fassi y Juan Sebastián Verón, es: si hubieran comprado un club o parte, estaría desafiliado de la AFA y vaciado, y probablemente tendría problemas para continuar compitiendo.
