04.10.2024 / POLÉMICA

La familia “casta” del Gordo Dan en Santiago del Estero: su mamá goza de privilegios

Andrea Olmedo es descrita como una figura reconocida en la provincia. El discurso de desprecio hacia la "casta" puede entrelazarse con la práctica de disfrutar de sus beneficios. Qué cargo ocupa.




En Santiago del Estero, el nombre de Daniel Parisini, conocido como el "Gordo Dan", ha comenzado a resonar por su curiosa relación con el poder y su apodo que contrasta con la imagen de militante libertario que intenta proyectar. Originario de esta provincia, Parisini no solo tiene una influencia considerable, sino que también goza de privilegios inusuales gracias a su madre, Andrea Olmedo, quien se desempeña como Directora de Tierras, Bosques y Medio Ambiente de la Fiscalía de Estado. Este organismo, que está bajo las directrices del gobernador Gerardo Zamora, le otorga a la familia un acceso directo a los entresijos del poder político local.

A pesar de su retórica contra el Estado, de acuerdo a una noticia publicada por DataClave, Parisini parece beneficiarse de su conexión familiar. Según se leyó en el artículo, accede libremente a la Casa Rosada, donde mantiene reuniones con socios del canal de streaming Carajo, y utiliza su influencia para colocar a amigos en roles dentro de la municipalidad. 

La madre de Parisini, Andrea Olmedo, es descrita como una figura reconocida en la provincia, comprometida con la recuperación de tierras usurpadas por particulares y en la lucha contra los incendios forestales que afectan la biodiversidad local. Su labor ha sido calificada de "trabajadora y leal a su tarea", pero la cercanía con el fiscal Raúl Abate —también designado por la gobernadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora— levanta suspicacias sobre el uso del poder en beneficio de intereses particulares.

La historia de la familia Parisini se convierte en un ejemplo paradigmático de cómo, en el contexto argentino, el discurso de desprecio hacia la "casta" puede entrelazarse con la práctica de aprovechar sus beneficios. El "Gordo Dan", en su rol de militante, parece olvidar que la "teta" del Estado, a la que dice despreciar, es la misma de la que no duda en alimentarse.