Luego de la oficialización de veto a la ley de Financiamiento Universitario, el Gobierno apura las negociaciones con los bloques dialoguistas a partir del llamado urgente a sesionar el próximo miércoles que hicieron la UCR y Encuentro Federal junto a la Coalición Cívica y partidos provinciales. Ante un escenario de escasez de respaldos, el oficialismo busca convencer al PRO de que respalde el rechazo del Presidente, o, al menos, que se ausente la mayor cantidad de legisladores de esa fuerza para facilitarle reunir los dos tercios de los presentes. Caso contrario, analiza la posibilidad de la judicialización.
A pesar del las muestras de enojo en redes y del ninguneo al tema de los votos en el Congreso, en otros despachos se trabajaba a destajo y contrareloj un plan para convencer a los socios y evitar que el Gobierno quede mal parado. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, se reunió con su primo y asesor de Karina Milei, para sincronizar ideas. Por su parte, el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, segundo de Guillermo Francos, recibió al jefe de la bancada de PRO, Cristian Ritondo.
Además de estos diálogos, por ahora no hay en el horizonte una reunión entre Javier Milei y Mauricio Macri, que podría ser definitoria para destrabar posiciones. El Presidente y el titular de PRO no se ven desde el asado que brindó el primer mandatario en Olivos para homenajear a los 87 “héroes” que defendieron el veto a la recomposición jubilatoria.
El partido de Macri viene advirtiendo desde la semana pasada que no está dispuesto a apoyar ciegamente al Gobierno. En Balcarce 50, sin embargo, están convencidos de que, como ocurrió casi siempre, terminarán acompañando, o bien contribuyendo, a través de las ausencias de varios de sus soldados, a que La Libertad Avanza logre que el porcentaje de votos necesario para blindar el proyecto.
“Lo único que puede hacer PRO es vetar esa ley”, dijo esta tarde, en esa línea, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, miembro del ala del partido que está en proceso de fusión de hecho con La Libertad Avanza.
Los aliados de PRO se levantan el precio y deslizan que, esta vez, el escenario del Gobierno es distinto en relación a anteriores votaciones de peso porque la imagen y la confianza sobre el Presidente empezaron a bajar. Además, creen que la situación es aún más delicada que con las recomposición de haberes jubilatorios porque la institución de la universidad pública es ampliamente respetada.
Sin embargo, el Gobierno no dará el brazo a torcer en caso de que el Congreso ratifique la ley de financiamiento para la educación superior que se aprobó hace dos semanas. “La judicialización es una posibilidad”, indicó el vocero presidencial este jueves acerca de la decisión que podría tomar el Gobierno en caso de que la oposición alcance su propósito.