03.10.2024 / CASA DE LA MONEDA

El Gobierno anunció la disolución de Ciccone: "Es el último clavo en el ataúd de la inflación"

Lo anunció el vocero presidencial Manuel Adorni. Para él, la disolución de Ciccone podría ser el primer paso hacia una política económica "más transparente y eficiente en el país". Dijo que será ligado por uno de los casos de "corrupción más recordados".





El Gobierno de Javier Milei ha dado un paso significativo al anunciar la disolución de la ex Ciccone Calcográfica, una decisión que marca un nuevo rumbo en la gestión de la Casa de Moneda. En una conferencia de prensa llevada a cabo en Casa Rosada, el vocero presidencial Manuel Adorni afirmó: “Se va a avanzar con la disolución de la Compañía de Valores Sudamericana, la ex Ciccone, recordada por uno de los casos de corrupción más recordados”. Esta acción no solo busca cerrar un capítulo oscuro del pasado reciente, sino también reestructurar la forma en que Argentina gestiona su producción de billetes y documentos oficiales.

La ex Ciccone ha sido un símbolo de corrupción durante el kirchnerismo, con el exvicepresidente Amado Boudou como su figura central. Boudou fue condenado en 2018 por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública, un escándalo que dejó una huella profunda en la política argentina. Adorni no dudó en enfatizar la magnitud del despilfarro en la administración anterior, al afirmar que "la mala administración representó un verdadero despilfarro, con deuda que asciende a 371 millones de dólares".

El vocero presidencial también destacó la reestructuración de la Casa de Moneda como una medida esencial para enfrentar la inflación. "La readecuación de la Casa de la Moneda es el último clavo en el ataúd de la inflación", afirmó, sugiriendo que el país no puede continuar manteniendo estructuras obsoletas que han servido más a intereses particulares que al bienestar general. La magnitud del gasto durante la gestión de Massa y Cristina Kirchner, que llegó a 4.700 millones de dólares en importaciones de billetes, fue calificada como “un delirio”.

Por último, Adorni hizo un llamado a la nueva etapa que enfrenta el país, señalando que “en la Argentina que ya no imprime billetes para financiar la política, poco sentido tiene este despilfarro para mantener una estructura al servicio de los degenerados fiscales”. Este anuncio marca, sin duda, un intento de limpiar no solo las cuentas del Estado, sino también la imagen del Gobierno ante un electorado que clama por cambios estructurales profundos.