La desigualdad en Argentina alcanzó en el segundo trimestre su peor registro desde la pandemia, en consecuencia al aumento del desempleo, la devaluación y el atraso en los salarios.
El coeficiente de Gini creció del 0,417 al 0,436 en ese lapso frente al mismo período de 2023, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). La evolución de la distribución del ingreso mostró que entre abril y junio
el decil más rico recibió 14 veces más recursos que el de menores ingresos, manteniendo la tendencia del año pasado.
Del informe se desprende, además, que
el 10% de la población con mayor ingreso per cápita familiar concentró 33% del total en el segundo trimestre de 2024, unas 19 veces más que el 10% con menor ingreso. Hay que resaltar que segundo trimestre no impactan los aguinaldos, que generan mayor desigualdad entre algunos trabajadores que perciben la mitad del salario complementario anual (SAC).
Mientras que en el primer trimestre del año, la desigualdad tuvo su peor registro en 16 años, al ubicarse en 0,467. La evolución de la desigualdade de la distribución del ingreso se conoce una semana después del dato de pobreza, que mostró que e
l 52,9% de los argentinos es pobre, mientras que la indigencia afectó al 18,1%, según informó INDEC.
Respecto a los ingresos de la población ocupada
, el informe registró un ingreso promedio de $473.924 y uno mediano de $370.000, equivalente al límite superior de ingresos del decil 5, bajo el cual se sitúa el 50% de las personas ocupadas.
El ingreso promedio de los primeros cuatro deciles de la población, ordenado según su ocupación principal, fue de $153.323. El ingreso promedio del estrato medio fue de $460.120, mientras que el de los deciles 9 y 10 fue de $1.145.011.
Respecto a la población asalariada, se registraron 9.632.592 personas con ingreso promedio de $501.825. El ingreso promedio de las personas asalariadas con descuento jubilatorio fue de $638.811 (+241,6% interanual-i.a.), mientras que en el caso de aquellas sin descuento jubilatorio, el promedio equivale a $253.702 (+210,4% i.a.).
En el caso de los hogares, los ingresos laborales representaron el 78,1% de los totales, mientras que los ingresos no laborales alcanzaron el 21,9% restante. El peso de los ingresos no laborales fue mayor para los deciles del total familiar más bajos: 62,2% en el primero y 9,4% en el décimo.