La marcha universitaria en defensa de la educación pública se vio marcada por la aparición de infiltrados, según denuncias de docentes y estudiantes que participan en la movilización. Estos individuos, acusados de cometer actos de vandalismo, generaron preocupación entre los manifestantes, quienes afirman que estos comportamientos buscan deslegitimar su reclamo por una mejor financiación y condiciones en las universidades.
El incidente más notable ocurrió cuando un cesto de residuos fue incendiado, lo que desató una serie de acusaciones hacia el Gobierno. Los asistentes a la marcha comenzaron a gritar "infiltrados", y algunos señalaron que se trataba de personas ligadas a la ministra de Seguridad.
"Esto no fue la gente. Esto fue de una persona que vino a tirar y se fue. Esto es provocado por el Estado (por el Gobierno). No me jodan", dijo uno de los entrevistados. "Fue un infiltrado, nada que ver con la marcha", insistió al tiempo que el encargado de un edificio, que apagó el fuego, sostuvo: "La gente no fue, no fue ningún manifestante".
"Están haciendo esto para ensuciar la marcha universitaria", dijo una de las jovenes participantes al notero de La Nación+.
La inquietud por la presencia de estas personas se suma a un contexto de desconfianza hacia las autoridades, especialmente en momentos de alta polarización política. Muchos manifestantes resaltan que el vandalismo solo distrae de los verdaderos problemas que enfrentan las universidades, como el recorte de presupuestos y la precarización laboral de los docentes.