01.10.2024 / MEDIO ORIENTE

Se recrudece la tensión entre Irán e Israel: una historia de muerte y fracasos diplomáticos

La complejidad del conflicto, combinada con las dinámicas geopolíticas en juego, hace que la resolución pacífica parezca cada vez más distante. En las últimas horas, Irán lanzó cientos de misiles contra ciudades israelíes.





El conflicto en Medio Oriente ha alcanzado un nuevo nivel de tensión tras el reciente ataque de Irán a Israel. El 1 de octubre de 2024, el portavoz del Ejército israelí, Avichay Adraee, confirmó que se habían lanzado misiles desde Irán hacia territorio israelí, activando alarmas antiaéreas en todo el país. Esta escalada de hostilidades se produce en un contexto de creciente violencia en la región, marcada por los recientes bombardeos israelíes en Líbano y la muerte de líderes de grupos como Hezbollah y Hamas.

El comunicado del Ejército israelí instó a la población a mantenerse alerta y seguir las instrucciones del Comando del Frente Interior. "Se les pide que permanezcan alerta y sigan con precisión las instrucciones", enfatizó Adraee, reflejando la gravedad de la situación. Las alarmas en Jerusalén y los misiles interceptados en el cielo generaron una atmósfera de caos y miedo entre la población israelí.



El ataque de Irán a Israel de las últimas horas no es un evento aislado, sino parte de una serie de incidentes violentos en la región. A mediados de septiembre, explosiones de dispositivos de comunicación en Líbano, que dejaron al menos 39 muertos y miles de heridos, fueron atribuidas a un ataque vinculado a Israel. La milicia Hezbollah culpó a Estado israelí, aunque este último no se pronunció al respecto. La situación se complicó aún más con la reciente escalada de tensiones entre las fuerzas israelíes y militantes de Hezbollah en la frontera libanesa.

Expertos en cuestiones geopolíticas especularon sobre el origen de estos dispositivos explosivos, que parecen haber sido modificados para detonar mediante mensajes electrónicos. La BBC informó que los buscapersonas y walkie-talkies involucrados en las explosiones podrían haber sido equipados con explosivos antes de llegar a manos de los miembros de Hezbollah. Esta situación provocó una atmósfera de paranoia en Líbano, donde la población sigue con temor que otros dispositivos electrónicos puedan estar igualmente comprometidos.

IRÁN, HEZBOLLAH Y HAMAS

Irán, al apoyar a grupos como Hezbollah y Hamas, ha intensificado su confrontación con Israel, convirtiéndose en un actor clave en la región. La respuesta de Israel a este nuevo ataque fue inmediata, aumentando las preocupaciones sobre una posible escalada de un conflicto a gran escala. "Una escalada grave y peligrosa" es como ha calificado Israel la situación actual, intensificando sus ataques aéreos en respuesta a las provocaciones.

LA HISTORIA DE UN CONFLICTO SIN SOLUCIÓN APARENTE

Las relaciones entre Irán e Israel han tenido una evolución compleja desde la creación del Estado de Israel en 1948. En sus inicios, Irán fue uno de los primeros países en reconocer a Israel, y las relaciones eran relativamente amistosas, basadas en intereses estratégicos compartidos durante el reinado del Shah Mohammad Reza Pahlavi, quien mantenía una alianza cercana con Occidente. Sin embargo, la Revolución Islámica de 1979 marcó un giro drástico, con el derrocamiento del Shah y el ascenso de Ruhollah Jomeini, quien adoptó una postura abiertamente hostil hacia Israel, considerándolo un enemigo y un promotor de la causa palestina.

Durante la Guerra Irán-Irak (1980-1988), Israel apoyó a Irak, lo que intensificó la animosidad entre ambos países. Posteriormente, Irán comenzó a proporcionar apoyo militar a grupos como Hezbollah y Hamas, buscando extender su influencia en la región y confrontar a Israel. Esto resultó en una serie de ataques terroristas, incluyendo el atentado a la embajada israelí en Buenos Aires en 1992.

A partir de los años 2000, el desarrollo del programa nuclear iraní se convirtió en un punto crítico del conflicto, generando temores en Israel sobre la posibilidad de que Irán adquiriera armas nucleares. Israel ha llevado a cabo diversas operaciones encubiertas para detener este avance, destacando el famoso virus Stuxnet que afectó las instalaciones nucleares iraníes.

Las tensiones continuaron con los conflictos en Gaza, donde el apoyo de Irán a grupos militantes palestinos ha aumentado, intensificando aún más la hostilidad. La guerra civil en Siria ha permitido a Irán expandir su influencia al respaldar al régimen de Bashar al-Assad, lo que ha despertado preocupaciones en Israel sobre la posible presencia de bases iraníes cerca de sus fronteras. Así, la historia de estas relaciones es una crónica de cambio, conflicto y rivalidad persistente en el contexto de una región volátil.

LA SITUACIÓN EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS

La reciente ola de violencia en Gaza también ha influido en este conflicto, con Israel en guerra contra Hamas y otros grupos armados. Esta situación ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de que el conflicto se expanda a otras áreas, atrayendo a Irán más directamente en la confrontación. La intervención de actores externos como Estados Unidos y sus aliados también complica aún más el escenario.

La escalada reciente de Irán y su decisión de atacar a Israel son indicativos de que el ciclo de violencia y retaliación podría continuar indefinidamente. La situación es especialmente delicada, ya que tanto Irán como Israel son potencias regionales que poseen capacidades militares significativas. La posibilidad de un conflicto directo entre ambos países plantea preocupaciones sobre la estabilidad de la región y el impacto que tendría en la seguridad global.