Tanto desde las autoridades de las universidades públicas como desde el sector estudiantil salieron a responderle con firmeza al secretario de Educación,
Carlos Torrendell, por haber afirmado que se “inventan alumnos” para inflar las matrículas y obtener mayor presupuesto.
En primer lugar,
el rector de la Universidad Nacional de San Luis y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Víctor Moriñigo, rechazó las acusaciones y, básicamente, expuso la ignorancia del hombre al que el presidente Javier Milei puso a definir las políticas en materia educativa del gobierno libertario.
“No existen estudiantes inventados”, aclaró Moriñigo entrevistado por Eduardo Feinmann en radio Mitre:
“La verdad que se hace un poco difícil opinar sobre conceptos que al menos tienen confusión, imprecisión, error. Yo creo que a diez meses de gestión del secretario de Educación ya es grave el desconocimiento que tienen sobre el sistema universitario público de educación superior”.
Al momento de explicar por qué no se pueden “inventar alumnos”, como acusó Torrendell, Moriñigo fue taxativo al precisar que “las universidades reciben su presupuesto por una inercia histórica de hace 40 años, en donde la cantidad de alumnos no manda a la hora de la situación económico-financiera por parte del Estado”.
El funcionario que encabeza el CIN detalló que la controversia surgió a partir de una modificación en la ley de educación en 2015, cuando se cambió la consideración sobre el concepto de “alumno regular”, y enfatizó que hasta ese momento un alumno era considerado regular si aprobaba al menos dos materias al año - criterio que mantienen la mayoría de las casas de estudio - pero que, tras la reforma, se otorgó a cada universidad la potestad de definir sus propios criterios.
“Lo que dice el gobierno es que, analizando la base de datos, surge que hay un 38% de alumnos que no registran actividad alguna con la universidad”, expresó el rector, quien luego aclaró que esto puede deberse a múltiples factores: “Los chicos por cuestiones de vocación ingresan, rinden mal, no les va bien, tienen problemas con la secundaria; son un montón de problemas que seguramente tenemos que mejorar”.
Moriñigo cuesionó además al gobierno porque "la única política educativa" que tiene es "no hay plata, y el plan en educación es el no plan".
"Hemos tenido cero plan durante estos 10 meses”, recalcó, y advirtió que las universidades no solo se centran en la graduación de estudiantes, sino que también realizan otras tareas como investigación, extensión universitaria y funcionamiento de escuelas preuniversitarias.
En su opinión, el Gobierno actúa “tirando titulares” mientras que las universidades son quienes deben “dar explicaciones sin la certeza”. Ejemplificó esta situación con el debate del “voucher” educativo, que según él, fue explicado más por las universidades que por el propio Gobierno.
Por su parte, la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA),
Piera Fernández de Piccoli, también desmintió este lunes al funcionario de Milei y apuntó que
"el gobierno hace una estrategia de ‘miente, miente, que algo quedará’”.
“En vez de poner la energía en resolver el conflicto, ponen la energía en ver cómo manchan el prestigio de las universidades", remarcó la dirigente estudiantil, y explicó que, además, "la información de la Secretaría de Educación se genera desde el SIU Guaraní y ese mismo sistema te permite saber cuántas materias rinden los estudiantes".
Fernández de Piccoli puso en foco que lo que hace el Gobierno, a través de mentiras como las de Torrendell, es una estrategia para intentar deslegitimar el reclamo: "No hay ninguna fórmula hoy de distribución presupuestaria por alumno. Esta idea que intentan instalar de ‘se choren la plata porque inventan alumnos’ es totalmente falsa”.
Además aclaró que el modelo de pautas objetivas que utiliza Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) para presentarle al Ejecutivo una solicitud de presupuesto anual que luego vota el Congreso no tiene en cuenta alumnos con cero materias aprobadas. "Tiene en cuenta carreras estratégicas, cantidad de alumnos, de graduados", subrayó la presidenta de la FUA.
“El secretario de Educación está mintiendo. Hace una denuncia gravísima sin información verídica, es muy grave”, denunció la dirigente estudiantil, además de enfatizar que justamente gracias a la crisis que sucede con el gobierno libertario aumentó la deserción estudiantil, "Desmantelaron las becas Progresar, los alquileres se triplicaron, el transporte se triplicó, los apuntes se triplicaron”, sostuvo.
CONVOCATORIA A MARCHAR
Con miras a la marcha universitaria del miércoles, que se presume que será multitudinaria, el titular del CIN fue contundente respecto de la postura de las autoridades de las casas de estudio: “Ojalá que la gente nos acompañe. Y en segundo lugar, ojalá que sea todo en paz y no lamentemos absolutamente nada”.
El rector explicó que el objetivo de las universidades es “defender la esperanza de un futuro mejor para muchos jóvenes”, negando que se trate de un reclamo sectorial, al tiempo que destacó la pluralidad política que caracteriza a la universidad argentina.
“En la universidad están todos, están la izquierda, el PRO, los radicales, los peronistas, y es un fenómeno interesante porque en este reclamo no hay grieta”, destacó.
En cuanto a la negociación salarial, Moriñigo señaló que el Gobierno ofreció un 6,8% de aumento por un solo mes, sin ofrecer una planificación a mediano plazo, lo cual consideró insuficiente para responder a la crisis de financiamiento.
“En vez de tirar cifras del 38% o hablar de alumnos fantasmas, hay que ponerse a trabajar en una mesa y ver qué posibilidades hay de arreglar esto con lo que puede el Gobierno y lo que sostienen los gremios”, afirmó.
El rector insistió en que la confrontación no es el camino y llamó a resolver los problemas “de manera conjunta y con antelación”. Asimismo, expresó su deseo de que se dé un debate de fondo sobre temas como la inteligencia artificial y la educación, para pensar en un modelo de país a largo plazo que incluya a todos los sectores.