En una reciente entrevista en el programa de Susana Giménez, el presidente Javier Milei sorprendió al afirmar que "China es un socio comercial muy interesante porque no exigen nada, solo piden que no los molesten". Esta declaración resuena en un contexto donde las inversiones en Argentina se han desplomado un 25% durante su gestión, lo que ha llevado al gobierno libertario a mirar hacia el país asiático en busca de soluciones para su crisis económica.
El presidente confirmó que viajará este enero a la CELAG.
La consultora Orlando Ferreres ha confirmado el alarmante descenso de inversiones, un fenómeno que no solo contradice la narrativa pro mercado del gobierno, sino que también refleja la creciente desconfianza de los inversores. Según su análisis, "hacia adelante, los agentes económicos parecen mayormente adoptar una estrategia de esperar y ver", en especial con respecto a las decisiones sobre el cepo cambiario. Esta incertidumbre ha llevado a la fuga de multinacionales, que han comenzado a abandonar el país en busca de un entorno más estable.
El mes de agosto, por ejemplo, mostró una caída de la inversión de 25,8% interanual, acumulando una contracción del 21,5% para los primeros ocho meses del año. Mientras tanto, Milei se prepara para viajar a China en enero para la cumbre de la Celac, un movimiento que parece más una búsqueda de alternativas que una solución a largo plazo. Su hermana Karina, quien también estará involucrada en esta estrategia, parece ser la voz que ha influido en este giro hacia la potencia comunista, desmarcando aún más al gobierno de su retórica inicial.