Tras el escándalo mediático reciente en Ezeiza, Juan Grabois, referente del Frente Patria Grande, se mostró en sus redes sociales probando el automóvil eléctrico argentino Tito, fabricado en San Luis. Este citycar, que ha ganado popularidad en el país, parece haber captado la atención del dirigente social, quien aprovechó la ocasión para destacar la necesidad de una ley que impulse la electromovilidad en Argentina.
"Tenía muchas ganas de conocer este auto eléctrico porque soy fanático de la electromovilidad", afirmó Grabois mientras compartía la experiencia junto a Juan Manuel, uno de los accionistas de la empresa Coradir, responsable del desarrollo del Tito.
"Tenemos que lograr que se sancione una ley de electromovilidad. Ahora que está de moda desregular, que se desregule lo que hace falta", añadió, en clara referencia a la falta de legislación adecuada para el impulso de este tipo de tecnologías en el país.
En sus redes, Grabois expresó:
"Antiempresarios no somos. Somos antibuitres que es distinto. El RIGI es una patente de corso que el gobierno argentino entrega contra su propio país. Queremos una industrialización del siglo XXI con trabajo argentino, salarios dignos y sostenibilidad ambiental. Inovación, investigación y desarrollo. Producción real en función del bien común. Queremos que el litio se extraiga sustentablemente, que se refine acá, que los cátodos y los separadores se produzcan acá, que las celdas se hagan acá, que los dólares queden aca. Queremos que los alimentos que se producen acá, antes que alimentar chanchos chinos, alimenten niños argentinos. Queremos que se protejan las industrias regionales con aranceles adecuados. Queremos que el Estado planifique la infraestructura logística que necesitamos. Todo eso es posible si frenamos la entrega de nuestra soberanía a los Elon del mundo y empezamos a apoyar a los Titos de nuestro país".
El Tito, nacido de la intención de Coradir de fabricar baterías de litio, ha resultado ser un éxito inesperado, superando en patentamientos a marcas internacionales como Volvo, Lexus y Mitsubishi. Este vehículo, que permite una reducción de costos de hasta el 90% en comparación con los automóviles tradicionales, ha agotado todas sus preventas, lo que demuestra el creciente interés por una movilidad más sostenible en Argentina.
Grabois quiere avanzar hacia políticas más verdes y sostenibles, y ve en el Tito un símbolo del potencial industrial argentino en la era de la electromovilidad.