24.09.2024 / JUDICIALES

Caso Kiczka: abrirán los dispositivos electrónicos del ex diputado libertario acusado de pedofilia

Se trata de los aparatos secuestrados en el allanamiento de la casa de los suegros del diputado. Los investigadores tratarán de saber si la pareja de Kiczka integraba la banda.




En los próximos días, el juzgado de Instrucción N° 4 de Apóstoles abrirá las netbooks y la CPU incautadas durante la pesquisa realizada el pasado 18 de septiembre en la vivienda de los suegros de Kiczka. Los dispositivos electrónicos secuestrados durante el allanamiento en la casa de los suegros del ex diputado provincial de Misiones Germán Kiczka serán analizados esta semana a la espera de obtener más información relevante en la causa por tenencia, consumo y distribución de material de abuso sexual infantil y saber si su pareja también está involucrada.

En esta ocasión los investigadores tratarán de saber si los dispositivos revelan información valiosa para la causa, así como también si la pareja de Germán, Alejandra F, integraba la banda. Esta sospecha comenzó cuando se descubrió una conversación que la mujer y el acusado mantuvieron previo a su detención donde ella le advertía que borre los archivos de su computadora, a lo que él le respondió: "Tengo fueros, no me pueden investigar".

Mientras avanza la investigación, este sábado el juez Miguel Ángel Faria solicitó la prisión preventiva contra Sebastián, hermano del ex diputado, y ahora ambos estarían detenidos hasta el comienzo del juicio oral. A su vez, suspendieron a la funcionaria judicial que mantuvo contactos telefónicos con Kiczka cuando estaba prófugo. La empleada del Juzgado de Paz de Apóstoles, Carla Dalmaroni, que mantuvo conversaciones telefónicas con Kiczka mientras estaba prófugo, fue suspendida, al tiempo que se descubrió que es la mujer del abogado de los hermanos.

Faría presentó un informe al Superior Tribunal de Justicia (STJ) en el que precisaba que la funcionaria judicial charló al menos en cinco ocasiones con Kiczka durante su evasión.

El escrito sostiene que una de las charlas ocurrió el pasado 22 de agosto a las 21:40 y duró unos 10 minutos y 33 segundos, cuando ya había una orden de detención contra el ex integrante del partido Activar luego de que la Legislatura misionera aprobara su desafuero. Otras cuatro llamadas se registraron el 28 de agosto entre las 20:56 y las 21:40, con un tiempo similar.